La catedral del baile: el Salón Los Ángeles cumple 85 años de vida
“Quien no conoce los Ángeles, no conoce México”.
El pasado martes 2 de agosto, el emblemático Salón Los Ángeles celebró 85 años de ser un distintivo de la vida urbana y fiel testigo de la escena nocturna, de la sociedad y de la historia de la Ciudad de México. Este espacio de diversidad cultural, intercambio y tolerancia abrió sus puertas en 1937: son incontables las historias de baile que están guardadas entre sus paredes a ritmo de danzón, chachachá, swing y mambo.
Con más de ocho décadas de actividad ininterrumpida, por primera vez en 83 años ese récord se vio modificado a causa de la pandemia, que puso a colgar de un hilo esta tradición.
Fue un lunes 2 de agosto de 1937 cuando por primera vez se abrieron las puertas de este recinto lleno de magia. Y para celebrarlo, la pista brilló con las presentaciones de agrupaciones legendarias como la Orquesta de los reyes del mambo de Pérez Prado y el rico son fusión mexicano del Conjunto África.
La Internacional y Explosiva Sonora Dinamita y la Sonora Santanera pusieron a bailar al público, mientras que el jazz latino con Héctor Infanzón y su Big Band arrancaron los aplausos del respetable gracias a la magistral ejecución instrumental de sus integrantes.
El fox-trot y el swing de Ramón Cedillo y su Big Band y el danzón de La Danzonera de Felipe Urban también fueron parte de este festejo.
Hasta nuestros días, esta pista de baile de culto se nutre con nuevas manifestaciones y géneros musicales para bailar y gozar, con grupos que, por diversos momentos y épocas de la historia de la Ciudad de México, han transitado por este espacio, lo que también ha generado que se mantenga actual y vibrante, sin duda con muchos años de vida más por delante.
“Al Salón Los Ángeles se ha venido a criticar y a regocijarse ejerciendo el temperamento crítico, la incapacidad de autoengaño. ¡Qué bien! Un ojo en la rumba y otro en la sociología instantánea. Todos murmuran, todos se saben falsos, todos se saben auténticos”.
Carlos Monsiváis, “Dancing: Salón Los Ángeles”.
La noche fluyó de lo mejor. Cientos de personas abarrotaron el venue y bailaron sin parar. Diversos estilos, looks y pasos de baile desfilaron por la pista con orgullo y pasión, honrando a este lugar y toda esa gran historia que le precede.
De pronto, parecía como si el tiempo no hubiera pasado, o como si hubiéramos viajado a través del mismo. Modas de diferentes décadas y nuevas generaciones sudamos en conjunto al unísono de estos majestuosos talentos musicales, en un ambiente impregnado de tradición y mitos en el corazón de la Ciudad de México.
Además, esta celebración llegará al Festival Internacional Cervantino, en donde los foros abiertos de plazas y parques se llenarán de alegría para locales, visitantes y turistas que gustan del buen baile y de una atmósfera familiar y muy generosa, en lo que al deleite sonoro se refiere.
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