Por Pat Castañón (@patscastanon)
El británico Jake Bugg tocó el pasado 7 de noviembre en el emblemático Cavern Club de Liverpool. Con un timbre de voz pubertona, un poco chillante pero seria, y siempre sincera, el joven de 20 años canta canciones con letras muy nostálgicas, a veces tristes y desoladoras que retratan su realidad de una manera melancólica. El manejo que tiene en sus canciones que oscilan entre folk y rock hizo que renaciera la cultura del folk y el country.
Los conciertos en el Cavern suelen ser privados y por lo tanto muy íntimos; el joven cantautor comentó que disfrutaba mucho estos encuentros con el público. Bugg consiguió tener una placa con su nombre, en forma de ladrillo, pegada en la pared del club que vio nacer en 1961 a los Beatles.
Lo que antes era un recinto para conocer grupos emergentes, es ahora un local en donde se les cobra a los artistas por tocar. Después de los Beatles el club albergó conciertos de grupos como The Who, The Rolling Stones, The Kinks y Elton John, convirtiéndose en la cuna de la música pop y rock de Inglaterra. Aunque el verdadero lugar fue demolido, se construyó una réplica usada ahora para hacer conciertos antes de irse a un tour o regresando de ellos.
Así regresa Jake Bugg, después de haber presentado sus dos nuevos sencillos, “Slumville Sunrise” y “What Doesn’t Kill You”, de su nuevo álbum, Shangri La. Sin duda, ha generado gran expectativa en México por su reciente participación en el Corona Capital 2013, además de haber dado mucho de qué hablar por su entretenido video de “Slumville Sunrise”; con seguridad se encuentra a un Jake Bugg diferente al de hace un año, que ha madurado musicalmente, presentando canciones con ritmos más divertidos.