@AlanisMoon Un día, por cualquier circunstancia, amaneces de malas. El clima es justo el que tanto odias, el despertador sonó tarde y, para colmo, anoche te desvelaste. Te despertaron bruscamente y el trayecto mañanero hacia escuela o trabajo se vislumbra agotador. Hoy no quieres pop. No estás de humor. Entonces —si nos ponemos románticos—, sacas el disco con la ‘H’ gigante de la guantera, o —si nos ponemos modernos— buscas “Havalina” en tu reproductor digital. Es tu primera sonrisa del día, es momento de liberar tensiones, es tiempo de ser oscuro y sentirse bien. Presionas play. “Norte” comienza a tronar en tu automóvil y, de repente, el trayecto ya no se siente tan tedioso, mientras giras la llave para correr por el asfalto.
Havalina (sí, con la hache muda) es una banda madrileña y viene a México. Se puede decir que es una banda de rock. Rock del duro. Del que se satura con guitarras pesadas y un bajo que penetra hasta el centro de los huesecillos del oído. En sus inicios cantaban en inglés, cosa que los fans de Love of Lesbian —otra banda española de las consentidas—, sabrán que no siempre es una buena opción. Por suerte, y tomando como inspiración al maestro Gustavo Adrián Cerati Clark, optan por su lengua materna para su cuarta producción del 2008: Junio. Excelente decisión pues, con el cambio de idioma, también vino un cambio melódico que les dio la esencia que ahora destilan por cada poro de su cuerpo. Una densidad musical penumbrosa que arenga al headbanging y en la que —según la propia banda— nos podríamos sentir tan intrépidos como Harrison Ford en Blade Runner o Jason Lee en la accidentada El Cuervo.
Una vez que coqueteas con las tinieblas, ya no hay vuelta atrás. Los siguientes discos de Havalina —Imperfección (2009), Las Hojas Secas (2010) y H (Origami Records, 2012)— siguen por la misma tónica. Pero que no se malinterprete, no es para individuos que se pintan los labios de negro, usan enormes botas con tacones o traen el rostro con talquito para parecer mórbidos y vampirescos. No (aunque tal vez a algún Bela Lugosi con muy buen gusto allá afuera, le guste Havalina). Entre sus influencias citan a Sonic Youth, Smashing Pumpkins, My Bloody Valentine o The Cure —de ahí sus composiciones largas y pastosas. Pero también tienen sus lado stoner, Kyuss o Queens of the Stone Age le brindan un poco de su ADN con las guitarras crudas y baterías rápidas y potentes. Una amalgama de tales bandas debe sonar bien.
Por lo pronto, acá pueden ir preparando el movimiento de cabeza, los cuernitos al aire y los paisajes distópicos con 5 canciones —escogidas a conciencia— de los españoles de Havalina: