La mirada extranjera de México en el cine
A unos días del estreno en México, la película Emilia Pérez ha causado un sinfín de críticas, ya que el director Jacques Audiard decidió incluir a solo una persona mexicana en el crew, la actriz Adriana Paz, en un filme que trata sobre la violencia en México, centrándose en los desaparecidos por el crimen organizado.
Por ello, decidimos aventurarnos en El Cine y a pensar históricamente y preguntarnos: ¿Cómo ha sido la mirada extranjera de México en el cine?
José Luis Barrios, crítico de arte y filósofo, mencionó que “el filme que sirvió como un escaparate sobre qué es México fue ¡Viva México! de Sergei Eisenstein: “La influencia que tiene Eisenstein en la construcción de esa mexicanidad, por cierto, ya absolutamente cuestionada y deteriorada por la crítica”.
El filósofo dijo que “hay que colocar el cine en el contexto histórico donde surge; es decir, surge en el contexto del desarrollo de las sociedades industriales y de los nacionalismos estéticos. […] Afirmar la nación a través del arte, a través de la imagen fue un proyecto político. Y en segunda instancia el artista existe porque lo puede producir la regla de lo singular, no la regla de lo universal. Si alguien es responsable de que la forma en que se le vea al mexicano sea un cliché, es el mexicano”.
Durante el programa se rememoró el papel del arte del siglo XX, especialmente del muralismo mexicano, como una de las inspiraciones visuales para el llamado Cine de Oro, como es el caso de Gabriel Figueroa. Estas imágenes se relacionaron con las políticas culturales para construir una identidad nacional auspiciadas por el régimen priista de la primera mitad del siglo XX.
“Hay un trazo que se hace de las películas protoarquetípicas de la identidad nacional, empezando por “¡Viva México!” y la estética del Indio Fernández, que llegan al melodrama buscando siempre una identidad que siempre tiene que ver con la relación cara, gesto o no gesto. Eso es muy interesante. Entonces, ¿cuál es la mirada cliché del extranjero sobre México? Es aquella que enardece el gesto en tanto precariedad de la existencia”.
Hugo Lara, crítico de cine, describió que las producciones cinematográficas sobre el narcotráfico en México se han producido desde los años 70 y que han inundado el mercado internacional también; por ejemplo, la película de Sicario de 2015, dirigida por Stefano Sollima y Denis Villeneuve que causó muchas críticas.
Así, José Luis Barrios retoma que el cine no ha podido eludir la realidad política del país pero, también apuntó un uso de exotismo como imaginario de la industria cultural. “Ahora, ¿qué vamos a hacer con eso? Pues nada, porque hay industria y está bien y la gente va al cine. En ese sentido no se trata de que no se haga o no se haga cine, sino se trata más bien de ponderar ciertas estrategias cinematográficas que creo que existen en el propio cine nacional, que están desmontando esa idea sin necesariamente tener que renunciar al conflicto del que están hablando”.
Un ejemplo de ello puede ser la película Heli de Amat Escalante. “Película más mexicana por el tema no puede haber: el narcotráfico y la corrupción. Sin embargo, la audacia de Escalante es que logra con los mismos recursos del cine mexicano desmontar el cliché sobre la violencia, sobre la corrupción, sobre la víctima”.
El filósofo concluye que este es un buen momento para ser más exigentes con la crítica que se produce de nosotrxs a través de la tecnología del cine.