Por: Patricia Castañon, Joan Disney, Salvador Nito, Edgar Martínez.
El cine que se proyecta es pura vanguardia, cada cuadro que aparece en pantalla está contenido de sinceridad, emoción y propuesta. Aunque sea el octavo día, se tiene la oportunidad de empezar de cero, de comenzar la oportunidad de vivir un festival que arranca un segundo aire en la capital del estado.
Sin querer la GIFF entra por nuestras venas a tocarnos el corazón y el cerebro como choques eléctricos que devuelven la vida. Hablar con cineastas que comienzan sus carreras y ver sus primeras obras, nos hace comprender que la juventud no se mide en años sino en estado mental.
Ser adolescente es entender que la vida duele y nunca es como nos la prometieron, se da, simplemente como nos dan paletas cuando vamos al doctor, por aguantar el dolor y hacer lo que se nos pide.
Así se presentaron los programas de cortometrajes–divididos en ficción, experimental, animación, México y Guanajuato- con exposiciones de los momentos en los que los adolescentes entendemos que la vida está ahí, y hay que vivirla, pero primero hay que cuestionarla y entendernos a nosotros mismo.
Cada película que se proyectó en el segundo día del festival en la capital, expresaba esa necesidad de comprender nuestro funcionamiento personal ante el mundo.
(Small Talk. 2016)
Sin fórmulas que funcionen los cortos, las proyecciones, las conferencias, los Q&As y los conciertos son sucesos que no se repiten.
Se presentan honestas sin pretensiones y con mucha curiosidad de abrir caminos nuevos. Ver un programa de 5 o 7 cortos de 5 o 20 minutos, de cada punto del hemisferio, es una forma de viajar como los buenos trotamundos que se sientan en la mesa de una familia noruega a compartir una conversación común y corriente.
Los cortos forman parte de otro imaginario cinéfilo, son retratos concretos y puntiagudos que inyectan una dosis mínima de historia y personajes.
Los cortos documentales, son contados momentos junto a alguien que tiene algo que contar, como la pequeña Vide, que mientras lucha por alcanzar el primer lugar nacional en el baile Hailing, tiene que resolver la inminente muerte de su ser más querido, su abuelo.
Y así como se cambia de locación geográfica para hablar de los problemas que todos tenemos, se presentó una película que se entreteje entre diferentes géneros para desmitificar la idea del “Verdadero amor”, Love True (2016).
Comienza con tres historias fallidas de amor, pero pronto se convierte en una carta entre documental y ficción a ese niño que todos los adultos traemos bajo la ropa y que decepciona repetidamente de las ilusiones que no se pudieron cumplir, una carta llena de heridas abiertas y problemas sin enfrentar.
Una bizarra pero poética aproximación a las convenciones del documental, con subtítulos líricos traídos del subconsciente de los personajes y actores que recrean personas reales en sus vidas.
El productor ejecutivo es Shia LaBeouf y la directora Alma Ha’rel, una israelí que entre artista y directora de cine ha producido junto con esta joya, Bombay Beach (2011).
El emperador en agosto
Director: Masato Harada
Presentada por el director Masato Harada, El emperador en agosto (2015) ofrece una perspectiva pocas veces contada sobre el fin del conflicto armado de la Segunda Guerra Mundial. Con una cinematografía impecable y movimientos coreografiados sutilmente, la dirección elegante de esta cinta contrasta con la fuerte temática y la carga emocional que implica la historia.
Con un guión adaptado de un libro escrito por el historiador Kazutoshi Hando, la historia se centra en los meses que precedieron la derrota de Japón ante los americanos. Con una línea narrativa enfocada en el conflicto político que implicó la rendición del país oriental, la trama se desarrolla para tratar la descomposición emocional de los personajes frente al fracaso inevitable.
Aloys
Director: Tobieas Noelle
Largometraje Internacional
Como parte de la muestra internacional, GIFF contó con el estreno mexicano de Aloys, debut del director suizo Tobías Noelle. Iniciando como un curioso thriller psicológico, la película surge como una encantadora representación de la soledad, la fantasía y la complejidad de las conexiones humanas.
Aloys, investigador privado devastado por la muerte de su padre, establece un inesperado vínculo con una mujer que comparte su soledad. A partir de una voz telefónica, los dos protagonistas logran crear un mundo ideal donde solo ellos habitan. La historia inicia con un enigma a resolver, prosigue como una conmovedora historia de amor y concluye aterrando al revelar el poder de la ilusión sobre la realidad. Sin duda, Noelle logra producir una visión inolvidable de la mente humana y sus alcances infinitos.
Música + cine: We Are X
Continuando con el programa en el octavo día del festival se contó con la presentación inigualable de Yoshiki, miembro del legendario grupo de rock X Japan. Su presentación fue precedida por el documental We Are X, el cual muestra el majestuoso y devastador recorrido de Yoshiki y Toshi como miembros de la banda.
Durante décadas, su música fue y continúa siendo un rayo de esperanza para los pesares de la cultura japonesa. La expresión artística mantuvo a flote a los propios miembros de X Japan quienes sufrieron dos terribles pérdidas durante su carrera.
A pesar de todo, ambos continúan creando y mostrando al mundo la riqueza de su cultura. La presentación de Yoshiki concluyó la emotiva atmósfera creada en la Alhóndiga de Granditas, donde los aficionados del grupo gritaban extasiados ante las bellas notas de sus composiciones en piano.
Guanajuato y Japón, a pesar de ser nichos de cultura sumamente diferentes, se fusionaron durante una noche de música, gritos, lágrimas, pero, sobre todo, de cine.