Generación de Oro: 9 artistas rusos que están definiendo el presente post soviético
En Occidente tiende a concebirse una errónea percepción que dicta que todo aquello proveniente de Rusia es, por naturaleza, misterioso. Las barreras lingüísticas, diplomáticas y geográficas han permeado en el desarrollo de una narrativa verídica entorno a este país y su cultura. Sin embargo, la globalización es inevitable y cada día se difuminan dichas barreras, dejándonos con el beneficio del intercambio cultural. Es por eso que te presentamos una lista de nueve artistas que te ayudarán a comprender el presente sonoro de una generación que será recordada por probar los límites y el orgullo de sus raíces.
Kedr Livanskiy
Desde hace varios años Yana Kedrina, alias Kedr Livanskiy, es una de las referentes en la escena rusa, alcanzando reconocimiento internacional y habiendo realizado giras exitosas por Norteamérica y Europa con cada uno de sus lanzamientos: Ariadna y Your Need (2017, 2019; 2MR). A pesar de haber atravesado baches emocionales derivados del desgaste implicado en su carrera, actualmente Livanskiy se encuentra en un periodo de plenitud del cual resulta música libre, reflejando la vida y resiliencia que hay en la juventud rusa.
Pavel Milyakov
En el año 2015, Pavel Milyakov junto con Kedrina y su círculo cercano, fundaron el sello John’s Kingdom con el propósito de lanzar la música que se generaba dentro de esta unión, en su mayoría electrónica. Con el paso del tiempo el colectivo se dividió y de esta separación nacieron dos proyectos independientes: NII, un espacio multifuncional al norte de Moscú y Gost Zvuk, disquera exclusiva para lanzamientos del underground ruso.
Milyakov por su parte también bifurcó su producción musical, alternando entre el techno/acid, bajo el seudónimo Buttechno y la exploración de oscuros paisajes sonoros como Pavel Milyakov. En 2019 colaboró con Nina Kraviz lanzando su EP badtrip en la disquera ТРИП (TRIP). Su más reciente esfuerzo PSY X (2020; Rassvet, Gost Zvuk), donde se adentra en autoproclamados arquetipos sónicos, estimula la introspección por medio de capas rítmicas y resonantes.
Mirèle
Mirèle es el destello de una juventud extrema. Cuando apenas tenía 16 años, inició el proyecto МЫ (My) de la mano de Daniel Shake, donde por el peor de los motivos, obtuvieron reconocimiento. Su canción “Возможно” (Vozmozhno) incitó el feminicidio de Tatyana Strakhova, uno de los casos más sonados en el país. El grupo no soportó la presión y cada quién tomó su propio camino. Desde la ruptura, Eva ha continuado con su carrera en solitario, reivindicando su esencia e incursionando en los placeres y el dolor de la juventud a través de su música.
OMMA
Dividida entre Rusia y Francia, Olga Maxímova se apega a la creación mediante un enfoque creativo y táctil. Prueba de esto es el desarrollo de instrumentos midi que responden al tacto, tales como TouchMe, en los que ha trabajado con Playtronica desde hace varios años. Su último lanzamiento DOMA, publicado en Antinote Records, es la transpiración del ambiente cálido y despejado bajo el que vivió el confinamiento en Saint-Giles-Croix-de-Vie, al sur de Nantes.
Evgeny Gorbunov
Si alguien debe ser reconocido por su contribución a la escena musical en Rusia, es Evgeny Gorbunov. La mente detrás de ГШ (Glintshake), Inturist y una interminable cantidad de proyectos exitosos. Príncipe del primitivismo contemporáneo, con una sorprendente capacidad de adaptación, atraviesa la irracionalidad de la realidad rusa siempre con humor, pero sobre todo, con estilo.
Ekaterina Shilonosova
Originaria de Kazán, Ekaterina Shilonósova reside en el entrecruce del minimalismo, la improvisación y la catarsis. Sus proyectos principales, ГШ y Kate NV, evocan sensaciones divergentes. El mundo de Kate NV es soñador y exuberante, casi caricaturesco, mientras que ГШ es áspero, redundante y angustioso. Habitar en los extremos es señal de la búsqueda propia y en su reciente lanzamiento como NV, Room For The Moon (2020; RVGIntl.), puede entreverse el comienzo de la unión personal en Shilonósova.
Shortparis
Reconocidos por su apariencia sobria, rasgos de mestizaje sonoro y un trasfondo de protesta social que busca reflejar la realidad y la angustia contemporánea de Rusia mediante el simbolismo y la representación gráfica, Shortparis ha generado polémica en varias ocasiones, la más notable, su aparición en el programa Вечерний Ургант (Vecherniy Urgant), transmitido en ПЕРВЫЙ КАНАЛ (Pervi Kanal; Canal 1), un canal operado por el Estado, lo cual abre el debate sobre si el propósito del grupo es auténtico o si su intención termina donde la voluntad del Kremlin comienza. No obstante, sus actuaciones en vivo y sus video musicales han sido elogiados por estar cargados de una emoción teatral y sentimiento fatídico.
Maria Tariaeva
Desde Siberia, Tariaeva explora uno de los terrenos menos concurridos en la actualidad sonora post soviética: la síntesis modular. Contrario a lo esperado de este género, su música se apega a una estructura tradicional, es decir, sus composiciones oscilan alrededor de los 3 minutos en promedio, lo cual vuelve aún más amable la escucha de estos ligeros pasajes instrumentales. En Conservatory Of Flowers (2020; Hidden Harmony Records) la carencia de retoque es uno de los elementos clave que reflejan la relación de la artista con su música, el acto de liberar emociones sin filtros, pero sin palabras.
The Retuses
Cerrando esta lista está el proyecto liderado por Mikhaíl Rodionov con su característico folk nutrido de matices oscuras e influencias ambient. Activos desde 2010, The Retuses se ha establecido como un grupo referente de la música independiente en su país, pues más allá de extendidos lapsos de inactividad, su estilo particular les ha asegurado un lugar en
OMYT, su último lanzamiento, funge como apología al lamento, la juventud y la naturaleza. El lenguaje poético de Rodionov se acopla sin contratiempos al ritmo letárgico de sus composiciones.