Venir al la capital michoacana a cubrir el FICM tiene un gran beneficio (de entre varios): funciones de prensa exclusivas para los largometrajes mexicanos en competencia. Todas estas siempre comienzan con una anónimo que grita lo mismo en la obscuridad: “¡Que esté buena, por favor!”, seguido de un par de risas sarcásticas del resto del público. En esta ocasión se cumplió la petición: Sopladora de Hojas, es una sabrosísima película adolescente mexicana, ópera prima del director egresado del CCC, Alejandro Iglesias. No es la más grande comedia juvenil de nuestro cine, no es un pináculo de la cinematografía mexicana, pero es una película muy agradable y honesta, mérito al que demasiados largos tan solo aspiran.
Tras un breve Q&A y desayuno, la siguiente perla se hizo presente, era la película que más expectativa me generaba en el marco del festival: Anomalisa. El largometraje es el primer esfuerzo animado de Charlie Kaufman, uno de los mejores guionistas trabajando hoy (conocido por películas como El ladrón de orquídeas o Eterno resplandor de una mente sin recuerdos). La película viene con el tono melancólico de Kaufman, sólo que esta vez los temas no son expresados a través de humanos, sino con una suerte marionetas/juguetes, en lo que resulta en uno de los filmes más devastadores y resonantes de la presente década.
https://www.youtube.com/watch?v=ubcSvtDblsM
Si Anomalisa fue un golpe emotivo, la siguiente joya (The Lobster, cuarto largometraje del griego Yorgos Lanthimos), también es una película sobre el amor, sólo que en una arista más bien absurda. La cinta se debate entre la distopía, la comedia romántica y la sátira social. En un mundo donde las personas sin pareja son literalmente convertidas en animales, dos almas enamoradas luchan por encontrar su lugar en un mundo más bien absurdo. Protagonizada por Colin Farrell y Rachel Weisz, The Lobster exagera todos los motivos de crítica en nuestra sociedad contemporánea: relaciones, relaciones de poder, corrección política, para hacer un divertido y reflexivo largometraje, donde la sangre, crudeza y risas ocupan un perfecto mismo lugar.
https://www.youtube.com/watch?v=fpt0tn1-54k
A falta de boletos, las siguientes dos horas se vieron mermadas por nada en particular. Las galas de 600 millas (película de Gabriel Ripstein que representará a México en la selección de los premios Óscar) y Desierto tuvieron lugar, donde personalidades como Tim Roth, Alfonso Cuarón y Jonás Cuarón (productor y director de Desierto respectivamente) pisaron la alfombra roja y deleitaron a más de uno.
Hacia el final del día nos recibió una de las películas más esperadas: Desde Allá, ópera prima de Lorenzo Vigas. Ovacionada en todo el mundo, Desde Allá cumplió las expectativas. Es un drama excelente sobre un hombre dedicado a hacer dentaduras y satisfacerse sexualmente con jóvenes pandilleros. Si bien es una quemadura muy lenta y contemplativa, también logra manifestarse como una de las mejores películas de la selección. El blog Indie Wire no lo pudo haber dicho mejor: “Permanece en el plato como una comida Michelin de cuatro estrellas. Pero hace darte cuenta que has pasado la mayor parte de tu vida cinematográfica en McDonald’s”. Vueltas de tuerca inesperadas, una propuesta muy fiel y personajes poderosos hacen de Desde Allá una película inolvidable y que supera con creces toda expectativa.
https://www.youtube.com/watch?v=dGxY3tu9mDg
Ahora, Morelia es un festival hermoso, pero tiene un par de problemas de organización. La función de Desde Allá comenzó con un retraso de media hora, (lo cual arruinó los horarios para más de uno). Así que en el subsecuente caos de gente, logré colarme a la única función de Love, largometraje de Gaspar Noé. Por ser una película del sórdido y provocador director francés, las expectativas eran impredecibles y hasta bajas. En un inicio, la película resultó ser el capricho del cineasta: música electrónica atascada, antros, drogas, vidas salidas de control y sexo explícito... mucho sexo explícito. No obstante, fue increíble el salto dado: pasó de ser uno de los miles pastiches de Trainspotting a ser una película íntima, con una resonancia poética maravillosa. El logro más grande de Love es conjugar perfectamente lo sexualmente explícito con tersos temas afectivos, con ánimas de amor irresoluto y definitivamente una sensibilidad más grande que todas sus escenas y hype aparentan.
https://www.youtube.com/watch?v=62yCdFzP9Mc
El Festival es hermoso para un empedernido porque es difícil ver tantas películas en cualquier otra situación. La ganadora de este día fue, definitivamente, Anomalisa, por su genial retrato de la melancolía y la felicidad, de la eternidad y lo efímero.