Mientras la selección argentina de futbol jugaba el partido inaugural del Mundial de España 82, en su país sus tropas peleaban la Guerra de las Malvinas, misma que perderían un día después de haber iniciado el Mundial. Uno que incrementó su número de selecciones a 24 y donde se jugaron dos fases de grupos y una tercera de eliminación directa. España 82 demostró que en el futbol también hay distinción de clases. El Salvador que jugó su segunda y última Copa del Mundo recibió de manos de Hungría una tanda de 10 goles con tan solo uno de honor, y así por lo menos protagonizó la goliza más grande de un Mundial. Un encuentro quizá más recordado que la final, ya que Italia campeona ante la Alemania Federal dejó mucho que desear.
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