Las clases sociales dividen a todas las sociedades del mundo, a lo mejor a algunas más que otras, pero esa distinción está presente. Eso también se transporta al futbol y México no pertenece a la clase alta del deporte. Los jugadores de nuestra liga no son estrellas, o al menos la mayoría no lo son. Nuestros técnicos no son personajes que imponen cuando los ves, quizá con algunas excepciones de vez en cuando. El miércoles 30 de julio, el Atlético de Madrid pisó la cancha del Estadio Azteca, un equipo de clase alta. La gente se dio cuenta de ello. Por más que el Azteca sea de los estadios que cada quince días junta más aficionados para los partidos del América, es tan grande que sufre de ello, pocas veces se ve lleno. No soy bueno dando cálculos pero lo intentaré, habían por lo menos 60mil aficionados en el Coloso.
Y sí, lo sostengo, la gente fue a ver al Atleti. Había una zona de aficionados colchoneros y una que otra playera rojiblanca entre el publico, los jerseys amarillos dominaban las gradas. Cuando el América juega en Liga es difícil ver una entrada como la de este partido amistoso. La mayoría apoyaba al equipo mexicano, como era de esperarse, pero la gente no es tonta, sabe que ver al Atlético de Madrid es observar un mito. Estás acostumbrado a escuchar de ellos en los medios; la hazaña que fue ganarle la liga al Real Madrid y al Barcelona, un equipo de segunda categoría que llegó a la final de la Champions… el Atlético puede ser muchas cosas en España y Europa, pero en América es un gigante. Un gigante que hizo que los americanistas sintieran que estaban jugando una final.
El partido fue aburrido y termino empatado a ceros, los madrileños están en pretemporada, aunque lo del América debería preocupar. Un equipo que ya tuvo su pretemporada y está en medio de una competencia oficial no debería tener tantos problemas ante uno que apenas se está preparando. Aún con varios suplente, la actuación del América dejó mucho que desear y durante las próximas jornadas de Liga podremos ver si los azulcremas entran en una crisis que para mí es inevitable.
Por si no he sido bastante claro con la grandeza del Atleti, va otra historia. La zona de prensa del Azteca no es tan grande, sí le basta cuando juega el América en la liga local, pero en los partidos de México, por ejemplo, se sobrepasa la capacidad. El mito del Atleti juntó a una cantidad de medios que impensable para un equipo mexicano. Habían muchos periodistas esperando a los técnicos de ambos equipos, bueno, realmente sólo esperaban a uno.
Diego Simeone tomó el micrófono y respondió las preguntas, nada sobresaliente hasta que le hicieron una pregunta de futbol. En México es difícil que un técnico se salga del guión y te responda algo táctico, sí, en México. Simeone respondió una pregunta acerca de su defensa y el uso de un líbero, debido a los dos atacantes fijos del América. Puedes sonar muy estúpido, pero no lo es. Son los pequeños detalles que separan a los equipos mexicanos de los españoles.
La prensa y los aficionados se dieron cuenta de que ver al Atlético es casi imposible, conscientes de ello en el Estadio Azteca se vivió un partido de futbol entre dos equipos que pertenecen a clases distintas, no son de la misma dimensión. La afición festejó como si fuera una final, no todos los días le ganas al Atlético, aunque sea en penales. Por algo es el sueño de todos irse a Europa, allá sí hay estrellas, leyendas y sí, mitos.
Santiago Palmeros
@santipalmer