Por Leo Moreno @protopeople
Peaches siempre ha sido una provocadora. Como la dominatrix musical que es, se ha mantenido firme y fiel a su estilo, dejándonos ver los nulos compromisos que tiene la artista con el status quo o con lo políticamente correcto.
https://vimeo.com/147527929
Desde su fuerte primera pisada en la música con la bomba que fue The Teaches of Peaches (2000), pasando por la grotesca portada de Fatherfucker (2003), la potencia desinhibida de Impeach my bush (2006) o la sensualidad sensitiva de I Feel Cream (2009); esta libre pensadora canadiense no ha parado de sorprendernos con su electroclash lleno de sexualidad, juegos de género y violencia física/psicológica.
El video para "Rub", el sencillo más reciente de su nuevo disco Rub (2015), es el epítome de todo lo anterior. El clip muestra un plano existencial en un desierto lleno de extraños personajes, sexo weirdo, fluidos corporales, disfraces kinky y hedonismo absurdo, con una simbología de la vagina constantemente presente. No parece haber reglas en este imaginario cargado de erotismo y pornografía, más que la de complacerse a uno mismo.
“No puedo hablar ahora / el pito de esta chica está en mi boca” repite como mantra Peaches, mientras un aquelarre psicodélico, podríamos decir, sucede en la noche del desierto. Llamarle lesbianismo es quedarse corto, debido a la rara diversidad de personalidades femeninas que ceden al impulso del placer. “Siéntete libre / y ven conmigo” dice el coro, invitándonos a dejar las inhibiciones y disfrutar de nosotros mismos sin prejuicios. En este episodio sexual, todo es consensuado.
Debatiendo la ideología freudiana de la envidia del pene, Peaches afirma que para ella se trata de una envidia hermafrodita, porque todos tenemos algo de hombre y mujer en nosotros. No es una feminista, es una destructora de etiquetas que sigue siendo vigente y relevante porque es necesaria, porque siempre debe existir quien busque romper, generar y provocar a través de la propuesta.
Dirigido por Peaches, A.L. Steiner, y Lex Vaughn, la pieza visual muestra a Peaches orinando su territorio, literalmente, en el minuto 4:20, dejando en claro que la vagina dicta y comanda. Pero no al estilo girl power. Este es puro cunt power.