El Estadio Cuauhtémoc tiene mucha vida

Durante muchos años he escuchado que el Puebla es un equipo mítico al igual que su estadio. Durante ese tiempo lo atribuí a una exageración de los comentaristas televisivos que sólo quieren enaltecer al equipo que transmiten. No podría estar más equivocado. El Estadio Cuauhtémoc tiene mucha vida. Al partido entre Puebla y Monarcas se presentaron poco más de 15mil aficionados, pero eso no importa. Suenan a más. De hecho hacen más ruido que estadios como el Nemesio Diez y el Hidalgo de Pachuca. Aquí hay afición que canta y baila, no sólo en la porra, sino en las gradas de todo el estadio. Las paredes retumban con el grito de gol que, por cierto, hoy se presentó en tres ocasiones. En fin, este estadio hay que visitarlo para poder entenderlo. Los locales ganaron 3-2, algo increíble por la historia reciente del Puebla. En este partido algo fue diferente, el Chelís estaba en el banquillo. La gente fue a verlo a él, no a los jugadores, pero éstos respondieron. El partido fue bueno, hubo goles, aunque lo más importante fue el espectáculo y gran parte de eso lo puso Cuauhtémoc Blanco. Hay personas, como yo, que creemos que el ‘Cuau’ debió haber acabado su carrera hace ya unos meses… por segunda vez en este texto, no podría estar más equivocado. Hubo una jugada que no olvidaré, Blanco puso un pase de taquito y no pude evitar pensar “típico, se quiere lucir a lo baboso”, dos pases después cayó el segundo gol del Puebla. Ese es el crack que todos conocemos y aún tiene cosas que darle al futbol. Wilberto Cosme, en dos ocasiones, y Francisco Acuña fueron los encargados de meter los goles que sellaron la victoria poblana. En Puebla el equipo sí importa, en toda la ciudad hay gente con playeras del equipo de la franja y la victoria de este fin de semana le dio aún más brillo y alegría a la ya casi perfecta ciudad. Del otro lado, no hay tanta felicidad.

Ver al Morelia es como ir a un funeral de una persona que tenía mucho que dar y vivir. Sus jugadores no son malos, es más, los extranjeros que contrataron para esta temporada están demostrando ser unos jugadorazos. Luis Cardozo tiene un gran liderazgo como central y es rápido, David Depetris ya demostró que no le asusta meter goles y Diego Alaniz es un demonio por la banda, ¿y entonces? A veces es sencillo culpar al técnico, pero cuando a tu equipo le meten 17 goles en 7 jornadas, hay que culpar a alguien. Se han hecho muchas cosas mal en Morelia desde el punto de vista directivo, el problema es que los errores continúan pero desde el punto de vista técnico. Ahora, regresando al funeral del joven que tiene mucho por vivir… el Morelia juega con futbolistas jóvenes que no son malos, aunque a lo mejor es muy pronto para saber, pero estar perdiendo de manera tan constante no puede ser bueno para su formación.

Con el Chelis como director técnico, el Puebla tiene mucha vida y su estadio aún más. No quiero decir que vaya a ganar muchos partidos porque francamente no lo sé. Pero un tipo como él, refresca el futbol mexicano y le da un aire distinto a nuestra liga. El caso de Morelia es curioso, ellos tocaron fondo hace ya unas semanas, sin embargo, con cada juego de liga su fondo se hace un poquito más hondo.

 

Santiago Palmeros / @santipalmer

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