Por: Rodrigo Sariñana “Rorra”Fotografías de Paola Ismene
Después de meses de una gran expectativa, días de pensar cómo conseguir un boleto y por ende una reventa sumamente inflada, por fin se presentaron en México los hermanos Guy y Howard Lawrence.
Un año y medio es aproximadamente lo que lleva de gira Disclosure, desde que clubes pequeños en Reino Unido, hasta que empezaron a resaltar por su EP – The Face (Greco-Roman, 2012) y los lugares se volvieron más amplios al incrementarse las audiencias que los pedían. Llegó Settle (PMR, 2013) y el mundo colapsó, México también.
La noche del viernes llegó y el Salón 21 (creo que nadie lo llama Salón José Cuervo) estaba repleto desde la tarde por gente que esperaba conseguir un boleto en la odiada/amada reventa, en la que los precios se dispararon hasta llegar a los $2,000 ó $3,000 pesos. Parte de este acontecimiento se debe (según la humilde opinión de un servidor) al boom que existe en este momento alrededor de la música electrónica, y aunque no se estaban presentando Avicii, Hardwell o algunos de esos “músicos” del diablo, si se encontraban muchos de sus seguidores; los cuales fueron los encargados de llevar los precios a los estándares de Elton John en Chichen Itzá.
En punto de las 22:30 se apagaron las luces del foro y ante la efusividad de un público realmente ansioso por ver a los hermanos Lawrence en vivo, Disclosure salió al escenario. Arrancaron con “F for You” y "When a Fire Starts to Burn", lo que provocó que todo aquel que se quedó rezagado comprando una chela o en la entrada consiguiendo su pulsera para poder beber, corriera e intentara meterse ante un mar de gente que sólo le importaba pasarla bien y bailar ante los bajos punzantes. Le siguieron las no tan respondidas "Boiling" y "Something About You", ambas de EP’s anteriores al Settle, pero no por ser respondidas el nivel de baile descendió drásticamente, esa atmósfera siempre estuvo presente.
El show transcurrió con un ambiente de pura felicidad e interacción recíproca entre ambas partes, la mayoría de las canciones del Settle sonaron y el público no hacía más que entregarse completamente y bailar sin parar. Desafortunadamente todo lo bueno tiene que terminar y ellos lo hicieron con dos de los sencillos más poderosos de su álbum debut. Primero con "Help Me Lose My Mind" y todo el José Cuervo cantando al unísono mientras las imágenes de The Face se paseaban en las pantallas. El momento cumbre de la noche fue cuando empezaron a sonar las notas de la canción que los encaminó a todo este momento que están viviendo: "Latch". En automático aparecieron montones de niñas en los hombros de los siempre caballerosos (y nada idiotas) hombres. Las paredes del recinto retumbaron constantemente mientras la voz sampleada de Sam Smith, aunada a la de todos los espectadores se escuchaba como una misma, parejas cantándose unos a otros (de manera muy cliché) y otras más besándose (de manera más cliché aún) haciendo de "Latch" el momento épico de un concierto sumamente anticipado y de alguna manera llevado al límite.
Los hermanos Lawrence se despidieron de un público que les dio todo porque Disclosure les dio todo también. Una noche no fue suficiente para llenar y satisfacer todas las expectativas de una audiencia que siempre va a querer más, porque saben del potencial que Guy y Howard Lawrence tienen. Así que podemos estar seguros que no será la primera vez que nos encontremos con Disclosure, esto sólo es el comienzo de lo que puede ser una gran historia entre banda y audiencia.
SETLIST
F for You
When A Fire Starts To Burn
Boiling
Tenderly
Flow
You & Me
Simulation
Grab Her!
White Noise
Voices
What’s in Your Head
Confess To Me
Apollo
Running
Help Me Lose My Mind
Latch