Dime dónde compras y te diré quién eres: El consumo responsable y la gentrificación
Texto por Ana Garduño Morales Gentrificación se ha convertido en una palabra de moda. En sí es un proceso mediante el cual poco a poco barrios populares (generalmente, gracias a una afluencia en el turismo), van siendo modificados por la aparición de comercios no tradicionales, y tomados por las clases medias. La urbanista Jane Jacobs indica que la gentrificación puede surgir del mismo barrio que crece (gentrificación interna), o que el barrio puede ser tomado poco a poco por otras clases que van transformando el barrio (gentrificación externa). En nuestra ciudad, este cambio en el paisaje urbano es claro en lugares como las colonias Roma, Condesa, Narvarte, Coyoacán o Centro Histórico, que se han convertido en el epicentro de consumos basados en la imagen y que dan entrada tanto al turismo como a grupos urbanos diversos (UNAM). La gentrificación no sólo se limita al cambio en las zonas de las ciudades, sino que también se extiende a ideologías e incluso nuevas formas de consumo como puede ser la vuelta a lo orgánico, lo vintage o lo pseudo-cultural.
Por otro lado, la gentrificación no es necesariamente un proceso enteramente negativo pues puede traer prosperidad económica, mayores niveles de seguridad y empleos diferenciados a las zonas que han sido sometidas a ella; puede también fomentar diferentes prácticas y procesos de interacción social. Sin embargo, hay debate entre si realmente es positiva para los habitantes originales de las zonas gentrificadas, o si sólo beneficia a las clases medias y negocios que se mudan a dichas zonas. Hasta cierto punto, esto es verdad, pues los habitantes originales de los lugares no tienen posibilidades de competir contra el mercado gentrificado, fallando así en apelar a las clases con cierto poder adquisitivo y eliminando el comercio y la cultura local, incluso cuando éstas pueden llegar a ser más convenientes, sustentables, y sanas para todos.
Un vez definido el concepto de la gentrificación, lo relacionaremos con una de las prácticas que han permeado en los nuevos contextos de interacción de la cultura hip o hipster: El zero waste, también conocido comomovimiento cero residuos o basura cero, tiene como objetivo disminuir nuestra huella ecológica y la cantidad de basura que se produce tanto en México como a nivel mundial, y entre cuyos objetivos también se promueve el consumo local como alternativa a los grandes centros comerciales que generalmente venden sus productos empaquetados en plástico.
- Dime dónde compras y te diré quién eres
Actualmente se pueden encontrar múltiples tiendas a granel, donde se puede llevar su propio empaque y llenarlo como alternativa a los desechables, las cuales, saliendo de Europa y Estados Unidos, han llegado también a México. Las intenciones de estas tiendas son buenas, y por supuesto es recomendable tenerlas como opción a los centros comerciales de cadena, pero incluso estas presentan el problema de la gentrificación.
Hoy en día podemos encontrar en internet múltiples blogs que recomiendan tiendas a granel en la Ciudad de México, y no es de extrañar que la mayoría de ellas se encuentren en barrios gentrificados como las colonias Condesa, Roma, o Coyoacán. En estos lugares predominan los jóvenes de clase media preocupados por el medio ambiente, quienes adquieren estos productos basura cero.
Para productos como cepillos de dientes, ropa, bolsas o cosméticos, estas tiendas presentan aspectos positivos, pues es difícil encontrar productos de estos no reciclables tanto en comercios locales como en grandes supermercados, pero cuando llegamos al tema de la compra a granel de comida, nos damos cuenta de que en México al menos, siempre hemos tenido tiendas a granel donde podemos llevar nuestros propios envases: estos son, por supuesto, los mercados.Y es aquí donde entra el problema de la gentrificación, y donde las buenas intenciones perjudican al comercio y al consumo local. La basura cero es un movimiento revolucionario que desafía al mismo sistema tecnológico y desechable que ha liderado nuestra sociedad desde el siglo XIX, pero incluso con buenas intenciones este movimiento no puede escapar tampoco a la tecnologización y a la gentrificación; porque es importante recordar que el consumir de cualquier forma no tiene sólo el objetivo de satisfacer necesidades, sino que también es una forma de adquirir un estatus, el que a veces implica el que puedas adquirir notoriedad dentro de esta misma comunidad.
- Eres mainstream o vintage
Vivimos en un país que tiene la ventaja de que los mercados tradicionales siguen siendo un lugar donde va todo tipo de gente, de toda clase social, a comprar sus productos diarios, mercados que abundan incluso en las grandes ciudades, y que son baratos y accesibles para todos. Los negocios especializados en la basura cero no tienen nada de malo, y de hecho deberían de ser promovidos como alternativas a los supermercados de cadena.
- Necesidad vs identidad
Argumentar el peligro de las marcas en los consumos. Marca implica etiqueta y ahora la riqueza parece ostentarse en la ausencia de etiquetas, en la simplicidad de los consumos y en la vuelta a ciertas prácticas como el ciclismo, los patines e incluso la posibilidad de caminar. Por otro lado, está la tendencia a cargar lo que puedas consumir sin generar desechos o la apelación a mercados por encima de supermercados o tiendas de conveniencia.
El zero waste o basura ceroes un movimiento que ha ayudado a muchas personas a llevar un estilo de vida más amigable con el medio ambiente y con ellos mismos, encuentran en este no sólo una manera de evitar los desechables, sino también un aprendizaje a dejar de lado las cosas materiales y de dejar de ser tan dependientes de la tecnología, pero si vamos a decidir seguir este movimiento, es importante que tomemos en cuenta los comercios tradicionales, tanto para apoyar la convivencialidad como para refrenar un poco los efectos de la gentrificación en nuestras ciudades.