Fotos: Carolina Maciel.

La forma en que la música florece en ciertos puntos del planeta es fascinante; pensemos en una semilla que sea trasladada a cualquier otro punto del planeta donde la condiciones son semejantes a las de su lugar de origen. En caso de florecer, dicha semilla invariablemente manifestará una variación en sus estructuras, al fin otra vida.

Ottawa es el lugar donde florecen los sonidos de una banda que persigue los rastros de la herencia afro, no es del todo común pensar en Canada, pero en este caso la SoulJazz Orchestra rompe un paradigma, quizás un estigma de la música con tintes afrocentristas. Afrobeat, funk, coqueteos de roots reggae e incluso makossa cuya manifestación al ser ejecutada detona goce.

Una orquesta con estilo fresco, seis músicos -de gran capacidad todos ellos- que ejecutaron a la perfección sus acordes en batería, tres saxofones (uno de ellos tenor), percusiones y un sintetizador para inyectar el tono ácido setentero. Los músicos en escena pisados por los destellos solares junto al público aglomerado en el Sonorama, escenario principal en Bahidorá 2019.

El paseo fue acompañado con piezas de algunas placas que han forjado la carrera de la banda como Soliditary, Resistance y el aclamado Under Burning Skies. Quizás la entrega más pop de todas y por el que estamos seguros, los presentes se alegraron por escuchar en directo sin dejar de moverse.