Noche lluviosa, familia reunida, cena servida y en medio de todo, un radio receptor encendido. El intercambio de palabras se interrumpe para sintonizar alguna de las frecuencias que transmitirán un evento político importante para el país. La emisora es encontrada. El acontecimiento comienza, y lo único que resuena en la casa, son las ondas sonoras de la estación sintonizada. Todos prestan atención y conforme pasa el tiempo, el platillo central sobre la mesa luce vacío. Esos sucesos serían comunes a principios del siglo XX. En 2012 se confirma una vez más que la radio es el medio por excelencia para transmitir información sobre cualquier otro medio. El martes 19 de junio de 2012 será una fecha histórica para México: la recordaremos como aquella donde los estudiantes de #YoSoy132 –a tan sólo cinco semanas de haber conformado el movimiento- lograron “sentar” a tres de cuatro candidatos a la presidencia, con el fin de tener un debate ciudadano. Un grupo de jóvenes demostró que con un mínimo presupuesto, podía llegar a resultados incluso más eficientes que los del IFE: excepto por las condiciones de transmisión.
La señal del #Debate132 ocurrió por medio de YouTube y algunas estaciones de radio, entre ellas Ibero 90.9. La saturación de usuarios en Internet, hacían imposible la recepción. Dicha congestión digital, obligó a los interesados a desempolvar sus radios y sintonizar las distintas frecuencias que transmitían este acontecimiento. El #Debate132 –originalmente planeado como un evento de alta tecnología- nos llevó de regreso a escuchar la radio en familia, como un tótem situado al centro de la sala.
Los debates se han convertido en un ejercicio colectivo alrededor del tema político. Una vez pasadas las elecciones, habría que continuar el ejercicio de este músculo en las aulas, los espacios públicos y sí, en las sobremesas: somos expertos en futbol, espectáculos y entretenimiento ¿Nos habrá dejado este periodo electoral, la buena costumbre de hacernos de una cultura alrededor de la política?