La vida es tan súbita que en la mitificación del panteón de nuestro imaginario colectivo es difícil dejar ir a los avatares que impregnan nuestra vida de felicidad y consuelo; algunos se hacen uno con la fuerza, otros regresan a su planeta o simplemente han abandonado el edificio. La mayoría lo largo de su existencia dejan la estela de su divinidad en su obra y como un relámpago simplemente desaparecen sin dejar nada más que sus recuerdos en nuestro inconsciente.
El caso de David Robert Jones, quien tomara el mítico apellido de Bowie para ser quien se le diera la gana, es un ejemplo adelantado al fin natural de nuestra presencia terrenal ya que nos tomó a todos por sorpresa y emocionados por una nueva producción, justo el día de su cumpleaños 69, y nos dejó en ascuas dos días después con el triste informe de su descenso. Conociendo al “Camaleón” que representaba su figura era casi imposible no asociar a Blackstar, su última producción, con tan lúgubre noticia. Y cómo no hacerlo, después de enterarnos del sacrificio que significó esta obra mientras luchó dieciocho meses contra el cáncer hepático y con un álbum repleto de referencias al paso siguiente a este purgatorio mundano del que Bowie siempre nos animaba a escapar desde su estética hasta nuestros oídos.
https://www.youtube.com/watch?v=kszLwBaC4Sw&list=PL_VDqxGpwYjUPsYUReXDVZM67bJd40na9
A partir de entonces los arqueólogos de su vida y obra no pararon de darle vueltas a este disco que, cual tumba de faraón egipcio, así de divino y thanagariano, ha dejado migajas de reliquias en a cada surco que la aguja recorre sobre este álbum:
El estado de transición entre una estrella en decadencia y una singularidad (un estado de valor vacuo infinito) es denominado en astrofísica como “Estrella negra”. El título del álbum guarda el equilibrio intermedio entre la energía fúnebre, la aceptación de la muerte, la redención. “And when I see that old black star/I'll know my time, my time has come” Así reza la canción perdida Black Star de Elvis Presley de quien Bowie se expresó una vez "Él era un gran héroe para mí. Y probablemente fui lo suficientemente estúpido para creer que tener el mismo cumpleaños que él realmente significaba algo."
Por otro lado, en una entrevista de noviembre pasado con la BBC Radio 6, Jonathan Barnbrook, artista gráfico de Bowie desde 2002, reveló que aún había easter eggs sin descifrar en el material físico del disco, lo que puso al público a rebuscar los mensajes encriptados en el diseño del vinil (si va a intentar buscarlos hágalo con cuidado):
Universo – Cuando el sol le da a a la parte de atrás de la cubierta, donde esta suajada la estrella, esta se convierte en mapa celeste repleto de estelllas. Este fue el primer eater egg descubierto desde el pasado mes de mayo.
BOWIE - Las estrellas fragmentadas en la parte inferior de la portada pueden interpretarse para leer BOWIE.
Las líneas de puntos de luz – Mientras Blackstar está girando brilla una luz sobre él, parece tener líneas de puntos que se mueven en un patrón muy deliberado. Va a la derecha a través del registro de un lado a otro, es un extraño anillo casi como el de Saturno, se mueve alrededor del registro en varios guiones de tamaño.
Constelación – En la imagen del universo en el interior de Blackstar se puede hallar la constelación de una figura humana,
Luz reflejada – Reflejando la luz en un lado del vinilo a cierto ángulo crea lo que parece ser una estrella o pájaro en vuelo y en el lado B se refleja una nave espacial.
Bowie reflejado – En el arte interior de Blackstar, que muestra un campo de estrellas en un lado y un retrato de Bowie en el otro, se puede situar de modo que la imagen de Bowie se refleje en la cubierta opuesta. Este podría ser un accidente después de todo, cualquier cubierta de álbum brillante se podría reflejar de esta manera, pero todavía es un buen detalle imaginar que Ziggy Stardust sigue entre las estrellas.
Estado terminal – en la contraportada del disco los tiempos de ejecución están escritos con la fuente Terminal, que aparece en una suite de diseño llamada Lazarus ¿Será que Bowie la eligió deliberadamente por su estado de salud?
Luz oscura – La funda del álbum emite un resplandor azulado cuando se expone a luz oscura.
"Este era un hombre que se enfrentaba a su propia mortalidad. El símbolo de Blackstar [★], en lugar de escribir ‘Blackstar’, tiene como una especie de finalidad, una oscuridad, una simplicidad, que es una representación de la música.”
Jonathan Barnbrook sobre cinco puntos negros de Blackstar.
David Bowie supera el misticismo de Station to Station (1976), al cual describió “en sí es el álbum más cercano a un tratado de magia que he escrito… Nunca he leído una crítica que realmente lo sospeche. Es un disco extremadamente oscuro." Y su hechizo parece no detenerse aun sin él entre nosotros con el lanzamiento hace un par de días de No Plan, EP con material inédito muy ligado a su último álbum.
Desde Blackstar nos heredó en su epitafio un holocron repleto de secretos, alegorías y símiles, reflejados en sus veinticinco producciones, que merecen el minucioso análisis de sus fans, aunque como toda la obra de Bowie, no requiere de muchas explicaciones y no dejaremos de cubrirnos del bálsamo que nos ha dejado el Delgado Duque Blanco, hasta que la memoria nos cubra generacionalmente con la eternidad del olvido.
"La idea de la mortalidad está ahí, y por supuesto la idea de un agujero negro que succiona en todo, el Big Bang, el comienzo del universo, si hay un fin del universo. Estas son las cosas que se relacionan con la mortalidad”.
Jonathan Barnbrook.
https://www.youtube.com/watch?v=CMThz7eQ6K0