De Almendra Hernández
Para Mariana Yegros, La Yegros, fue una sorpresa que el sencillo “Viene de Mí” se volviera un hit europeo y recorriera estaciones de radio de allá como Nova Radio en Francia y Funkhaus Europa en Alemania. Y ella ni en cuenta de tanto éxito. Esta cumbia escrita por Daniel Martin (quien trabajó con King Coya y compuso la mitad del debut de la argentina Viene de mí), les abrió las puertas de distintas partes del mundo y les mereció una gira a ese continente.
En mayo del 2013 se lanzó de manera oficial el debut de “la primera dama de la cumbia” como la apodaron –por guasa y por ser la única señorita en el equipo – los chicos de la disquera ZZK Records, guarida de Frikstailers, Chancha Vía Circuito y otros tantos dementes de la experimentación electrónica.
Hoy sabemos que ella tardó cinco años en componer Viene de mí, y después de escucharlo estamos contentos de haber esperado cada minuto. Producido por King Coya, quien también es parte de ZZK, y además fue esposo de La Yegros por 15 años, el disco encapsula muchas historias de distintas regiones alrededor del globo, como trabajos de féminas como Kali Mutsa o Rita Indiana y los Misterios. Las percusiones de “Trocinto” remiten a algún tipo de ritual amoroso de alguna tribu africana, este funge como intro (¿el título "Trocinto" será un juego de palabras? “Trocinto” Troc + into, intro para “Tro-citos de Madera”), bueno, éste deja encaminado el humor para el tango étnico de “Trocitos de Madera”. La siguiente pista “Cariño”, casi hermana de “Solo”, es una evocadora de dioses hindúes que plasma aquella declarada pasión de Mariana Yegros por la música de la India; ella, después de salir de la escuela de música en la que estudió hasta los 22, tomó clases de baile africano, hindú y hip hop (el hip hop está presente en “Iluminada” y “Vagar”), los tres elementos que permean y engloban esta producción, además de un pequeño detalle… el chamamé. De hecho hay toda una rola dedicada a este género guaraní: “El Bendito”, el bendito chamamé, que es una de las pistas con más folclor, color, alegría selvática y de lo más destacable.
El chamamé es la música que desde pequeña escuchaba Mariana Yegros: se escucha mucho en Misiones, al norte de Argentina, de donde es originaria. Este estilo polirítmico es realmente una danza con raíces indígenas guaraníes que con el tiempo, y con la llegada de jesuitas, españoles, pero sobretodo alemanes, se le agregó acordeón, el instrumento que más resalta. Rescatamos toda esta historia, pues la cumbia (que escuchaba mucho su mamá) y el chamamé, enmarcan cada una de las canciones, y dirigen los elementos que ya describimos.
La Yegros carga con sus raíces de aquí a Francia, para ella es muy importante seguir en contacto con sus tradiciones, aunque ya no viva en Misiones. En una entrevista nos enteramos que hace poco fue a visitar a su papá de 72 años y se pusieron a escuchar chamamé no sólo adentro de la casa, le subieron a todo volumen para que los que paseaban en la calle escucharan. Si lo piensa bien es lo mismo que hace La Yegros, a través de su música y conciertos lleva sus influencias, sus raíces, al mayor número de regiones que le sean posibles. Esta misión ya fue cumplida en París: