El cielo ha sido tremendamente observado y estudiado históricamente, pero lo cierto es que continúa maravillándonos y por supuesto, retándonos a profundizar en él. En la Universidad Iberoamericana existe un espacio que desde hace 20 años promueve la observación y estudio del cielo entre estudiantes y público en general. Se trata del Centro Astronómico Clavius, que este mes celebra dos décadas de vida con diversas actividades.

En entrevista para Random, de Ibero 909, Gerardo Martínez, astrónomo y coordinador del recinto, expresó.

“El centro tiene un pequeño observatorio que se llama Clavius, de alguna forma la Universidad Iberoamericana adoptó a esta sociedad astronómica y poco a poco se ha ido institucionalizando; es una parte importante y privilegiada de la universidad tener un observatorio en la ciudad”.

Cada lunes, de 20:30 a 21:30, la comunidad estudiantil y externos pueden acudir al lugar para observar el cielo nocturno con previo registro (puedes mandar correo a cac@ibero.mx o llamar al 59 50 40 00 ext. 7078 y 7289).

A propósito de esta celebración, el 15 de junio habrá una conferencia magistral y el 22 del mismo mes una mesa redonda con la temática “Jesuitas en la astronomía”. El próximo 29 se presentará el libro “20 años del Centro Astronómico de la Ibero”.

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Las actividades serán presenciales y también habrá transmisión vía streaming desde el Auditorio Xavier Scheifler y de Amézaga, edificio S, Segundo piso.

Puedes inscribirte a las observaciones presenciales aquí: Inscripción a observaciones presenciales, lunes en horarios de 8:30 a 9:30 pm

¿Quién es Clavius y por qué el Centro se llama así?

El centro se llama así en honor a Christopher Clavius, un jesuita alemán, matemático y astrónomo que fue uno de los responsables de la existencia del calendario gregoriano que hoy es el oficial en el mundo. Incluso, uno de los cráteres más grandes de la luna se llama “Clavius” en su honor; sin embargo, desde el punto de vista de Gerardo no ha sido reconocido como debería.

A los 17 años, Clavius se unió a la recién formada orden de los jesuitas, donde fue recibido por San Ignacio de Loyola. Estudió en Portugal, se apasionó por la filosofía, la teología y claro, la astronomía.

“Pero si algo le merece un lugar en la historia es que fue el astrónomo y matemático que asesoró al papa Gregorio XIII para hacer la reforma al calendario, hasta esa fecha el calendario que reinaba en Europa hasta el año XVI para el llamado calendario Juliano porque el que lo echó andar fue el emperador Julio César, pero por una cuestión de la elección de la fecha de la pascua, se dieron cuenta que había que revisar el calendario y meterle una pequeña corrección”, expresó el astrónomo.

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