Calaveras de Azúcar: El dulce sabor de la muerte

La vida que hay después de la muerte, esa vieja amiga que nunca abandona y siempre está dispuesta a depositar el último beso en la frente tibia, como una caricia de acaramelada consistencia... Tan dulce como una calavera de azúcar

La mitología pocajuta es rica y vasta, desde tiempos inmemoriales los guardianes del conocimiento ancestral han resguardado celosamente su cosmovisión. Hoy en día, transmiten su conocimiento en las grandes fogatas que se organizan en los jardines reales después de las suntuosas comilonas; a la luz del fuego se rememoran hazañas y prodigios de la genealogía del gran Marajá.

Cuenta una leyenda que los antiguos habitantes de la isla tenían la insólita habilidad de no conocer la muerte, eran inmortales. La algarabía era sempiterna, los pocajutas vivían única y exclusivamente para escuchar música que incitaba al baile, el Dios Mono supremo al notar la indiferencia de los isleños bailarines decidió suprimir el maravilloso don. Por tal motivo, los oriundos de la isla buscan afanosamente escuchar melodías que detonen su espíritu bailador para rememorar su antigua vida imperecedera. ¿Castigo? La locuacidad y nobleza de los oriundos del Pocajú dice que no. 

Música, baile y muerte van de la mano en el imaginario colectivo de Pocajú. Con esto en mente, es obvio que al llegar a los oídos de la PKJU la jocosidad, bullicio y rocambolesco sabor del conjunto mexicano Calaveras de Azúcar, quedaron prendados inmediatamente.

Con la producción La Bonita (2015) bajo el brazo, esta banda recorre los polvorientos caminos del México profundo y rescata géneros tradicionales como el son, el corrido, el bolero, la cumbia y los mezcla con ritmos globales, tales ingredientes dan como resultado un licuado de sabor tutifruti que deleita los paladares de los melómanos más quisquillosos.

https://vimeo.com/147508114

Emiliano (acordeón, jarana y voz), Erik (gaita, flauta, voz), Luigi (guitarra, jarana, voz), Sergio (bajo, jarana, voz) y Arturo (batería, percusiones y voz) son los cinco calaveras que conforman el huesudo combo musical originario de la CDMX. La simbiosis de géneros musicales e instrumentos que parecieran ser disímiles (verbigracia: el sonido de la gaita es una constante a lo largo de las composiciones), enriquece la propuesta multidisciplinaria de la banda.

https://vimeo.com/162472668

Música “Folk-temporánea” es el mote que emplean para describir su sonido. La definición cobra sentido al escuchar de cabo a rabo la producción. Temas orquestales que remiten a las grandes bandas de viento del Istmo de Tehuantepec, jaranas que transportan inmediatamente a las costas de la Villa Rica de la Veracruz, cumbia que evoca las calles de la periferia de un barrio de Bogotá, gaita y acordeón que exudan sabor y acercan los verdes valles de Escocia al Cerro de la Silla en la Sultana del Norte, Monterrey. Todos estos temas, sabores, lugares y aromas aderezados con una pizca de rock, jazz y funk, son sin lugar a dudas un cóctel dulce como el azúcar.

https://www.youtube.com/watch?v=Yavk2Lb_GJo

El dulce sabor de la muerte porque sólo se vive una vez, que esta vida sea un carnaval, una fiesta que llegue a su fin con una sonrisa en los labios y de fondo las canciones de Calaveras de Azúcar.

Para saber más: https://www.facebook.com/calaverasazucar/?fref=ts

Aloha!

@chicledeletras

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