C. Tangana: el retorno bohemio del madrileño a CDMX
Fotos: Vanessa Torres
El show del madrileño retumbó en la Ciudad de México una vez más. Bajo una bóveda de cobre, el eco demiles de voces acompañó el baile de una grúa, que proveyó de las mejores tomas a la pantalla gigante del recinto; el regreso del show más cinemático que no había repetido su presencia en tierras mexicanas desde las últimas ediciones del Vive Latino, Ceremonia y Pal’Norte.
Cuando las cortinas del escenario cayeron, y las luces se apagaron, el estruendo de la audiencia estalló con las notas de Ios vientos, metales y el redoble de las percusiones, inaugurando uno de los shows más esperados con “El milagro”, de la Banda Rosario de Cádiz para luego entonar “Te olvidaste”, tema de su más reciente producción.
El requinto se hizo presente en “Cambia!“, con la voz de un ensombrerado y elegante Adriel Favela que, en conjunto con Ed Maverick quien después interpretó “Párteme la cara”, consumaron su participación como invitados de las fechas en la capital mexicana, aportando la sazón local al show.
Si bien El madrileño es el álbum más aclamado y que enganchó con su mezcla de géneros e interpolaciones a una gran fanaticada, Puchito también interpretó temas de su autoría fuera de esta producción como “Tranquilisimo”, “Yelo” y “Llorando en la limo” y covers como “Suavemente” y “Sabor A Mi”, en la que Anton solicitó el silencio de las y los asistentes, deseo no concedido debido a las incontenibles ganas del público por corear dicha canción.
La presentación no prescindió de éxitos como “Tu me dejaste de querer”, con la sensacional participación de la Húngara; la irresistible bachata de “Ateo”; y el romántico y melodramático dembow de “Antes de morirme”, tema que surgió como una colaboración con Rosalía.
El bohemio decorado del escenario con sus múltiples actores y músicos, se fue transformando a lo largo de la presentación; por momentos extenso como un club de abolengo atendido por un simpático camarero, pasando por la poblada sobremesa de la “sesión en casa” del tan emblemático tiny desk; y hasta apagándose por completo para que la iluminación de los celulares ambientara el himno rompecorazones “Nunca estoy”, convirtiendo en positiva la contaminación lumínica que se anunciaba al inicio como un “entorpecedor” de la experiencia.
C. Tangana cautivó internacionalmente con su fuerte esencia española, el material ha hecho un especial click con las audiencias latinas y con el entregado público mexa, que sin importar factores tales como algunos retrasos o la particular acústica y reverberación del Palacio de los Deportes, se rinde y vitorea la adaptación en vivo del más ambicioso proyecto del músico de 32 años, que se marcha, amado y en brazos, tras concluir sus presentaciones en México del tour Sin Cantar Ni Afinar 2022.
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