Todo por servir se acaba y tal y como sucede siempre en estos casos, cuando uno empieza a acostumbrarse al cambio de horario y a una nueva dieta, se termina el festival.Así, una edición más de la Berlinale se me fue volando sin darme cuenta. Mucho cine, comida deliciosa y el reencuentro con grandes amigos que viven por acá o viajan a la capital alemana para ver, vender, comprar o tratar de hacer nuevas películas. Sobre el concurso, a nuestros favoritos daneses ( La comuna ), polacos ( United States of love ) y franceses ( Quand on 17 ans y L`avenir ) habría que sumar el documental italiano Fuocoamare que suena fuerte para los premios.
Al final el resultado y el palmarés no serán lo más importante si en realidad se disfrutó del viaje. Gracias por acompañarme de nuevo. Nos vemos pronto por aquí con una nueva recomendación o cobertura. Abrazos.
El More