Las estrellas son estrellas y no tienen que haber nacido en EEUU para llamar la atención.
Ese es el caso de Gérard Depardieu y Chiara Mastroianni que hoy presentaron Saint amour en la competencia oficial de la 66 Berlinale y levantaron una reacción muy similar a la provocada por aquellos que vinieron de Hollywood.
Divertida y un disparatada, la comedia dirigida por Bênoit Delphine y Gustave Kerber se burla del estatus de antiguo galán de cine de Depardieu consiguiendo momentos memorables.
Una muestra clara de que reírse en los festivales reírse también es posible.
Llegando a la recta final parece que aún nada está escrito en cuanto a premios en esta Berlinale.
Saludos,
El More