El romance entre Bauhaus y el público mexicano
Bauhaus / Fotos: Andrea Solís
Cada vez que Bauhaus se ha reunido, han venido a la Ciudad de México. En 1998 con su gira "Resurrection" —la primera vez que se juntaban en 15 años—, ocasión que se volvió legendaria con su respectivo portazo, proyectiles de carne al pastor, candelabro bamboleante en el techo y consecuente clausura del Cine Ópera. En 2005, tras su exitosa y deslumbrante presentación en el festival de Coachella, pudimos ver en el Palacio de los Deportes a Peter Murphy colgado de cabeza sobre el escenario durante la interpretación de "Bela Lugosi's Dead". Y en 2021, como parte de una gira exclusiva que incluirá pocas fechas.
Originalmente, la presentación de los ingleses estaba programada para abril de 2020, en el Frontón México, pero con motivo de la cuarentena y sus respectivas medidas sanitarias, la fecha y la sede fueron cambiadas, lo cual terminó significando una ventaja en varios sentidos: hubo dos presentaciones en lugar de una, además de que ocurrieron en un lugar más espacioso y al aire libre, el Parque Bicentenario.
Antes de que el cuarteto oscuro tomara el escenario, vimos un par de actos abridores: Soriah, un multi instrumentista que recurre al canto gutural; y Automatic, trío femenino en el que toca Lola Dompè (hija de Kevin Haskins) y que no debe confundirse con otra agrupación australiana de los 90 con el mismo nombre. Hay que reconocer que en esta ocasión el público mexicano tuvo un comportamiento decente y, a pesar de la impaciencia por ver a los de Northampton, no abuchearon ni lanzaron vasos de "cerveza" a los abridores, como otras veces lo han hecho.
Automatic y Soriah / Fotos: Andrea Solís
Después de Automatic, el escenario quedó en silencio. En el público podía apreciarse tanto a asistentes ataviados de manera sencilla, con una playera de Bauhaus, como a fanáticos aguerridos que dedicaron ese día a transformarse en vampiros, en criaturas góticas de los 80, o en punks de pelos parados, como los que caracterizaban el aspecto de Daniel Ash. También hubo variedad en las edades, desde jóvenes que ni habían nacido cuando Bauhaus vino en 1998, hasta veteranos asistentes al bar subterráneo de los 80, conocido como el Tutti Frutti.
Cuando finalmente se escuchó en las bocinas el característico bajo de David J con la cadenciosa "Rosegarden Funeral of Sores" (original de John Cale, ex Velvet Underground) apareció sobre el escenario Peter Murphy con un sombrero vaquero, accesorio que seguramente adoptarán los chicos góticos para la siguiente vez que Bauhaus nos visite.
Algo que ha distinguido al estilo único de Bauhaus es la claridad con la que se pueden distinguir sus instrumentos, aún en medio de la estridencia de su sonido. Mucho tiempo ha pasado desde que desconcertaron a los críticos contemporáneos con su sonido excéntrico, cuando incluso el "experto" Andy Gill de la revista NME los redujo a "una versión estilizada de Black Sabbath" (NME, 8 de noviembre de 1980).
En realidad, la diversidad de influencias que los formaron es muy vasta, pero la imaginación y creatividad con la que han revestido sus composiciones es deslumbrante: "In Fear of Fear" nos mostró a Daniel Ash arrancando notas salvajes a su saxofón; en "Bela Lugosi's Dead", Kevin Haskins imprimió con su batería un estilo bossa nova; mientras que en "She's in Parties", Peter Murphy tocó una melódica y David J usó su bajo para crear un ambiente dub. También hay que destacar la manera tan peculiar en que hacen coros de acompañamiento a la voz principal, como en "Dark Entries", que en lugar de sonar armónicos, son escalofriantes, más parecidos a voces esquizofrénicas que nos acosan dentro de nuestras cabezas. Hubo temas, como "The Passion of Lovers", en los que Peter Murphy se paraba detrás de la batería, para ceder el primer plano a sus compañeros.
No faltaron los incidentes clásicos de estas tocadas. Durante el clásico de la subcultura gótica "Bela Lugosi's Dead", un asistente se subió al escenario para tomarse una foto frente a la agrupación y, aunque por momentos hubo algunas fallas técnicas, todo fluyó de manera funcional, en medio de un ambiente tan verde como el Parque Bicentenario, con sus espacios abiertos y su aire fresco.
El repertorio ha cambiado en las tres visitas que nos han hecho. El 12 de octubre de 1998 —como puede comprobarse en el álbum Gotham, que registra esa gira—, pudimos oír canciones que no sonaron ahora, como "Hollow Hills" y su ambiente escalofriante; "Boys" (el lado B del sencillo "Bela Lugosi's Dead"); "Spirit", un homenaje a su público; así como versiones a clásicos de Iggy Pop y Dead Can Dance: "The Passenger" y "Severance", respectivamente.
El 30 de noviembre de 2005 abrieron con la dramática "Burning from the Inside", también sonaron los acordes intensos de "Swing the Heartache", la rockera "Hair of the Dog" y un tema de 1983 que podría considerarse la primera canción de Love and Rockets, "Slice of Life".
En esta ocasión, las sorpresas incluyeron "The Spy in the Cab" y una nueva versión a otro clásico de Iggy Pop, "Sister Midnight". En general, puede decirse que el número de temas interpretados fue el mismo, aunque ahora, aparentemente, duró menos, ya que ligaron varios de ellos, en lugar de platicar con la audiencia.
El romance entre el grupo y el público mexicano se sigue perpetuando, aunque por esta ocasión, tras un año implacable sin precedentes, el mensaje implícito entre ambas partes parecía ser: "seguimos vivos".
Setlist, 23 y 24 de octubre de 2021:
"Rosegarden Funeral of Sores" (John Cale)
"Double Dare"
"In the Flat Field"
"A God in an Alcove"
"In Fear of Fear"
"The Spy in the Cab"
"Terror Couple Kill Colonel"
"She's in Parties"
"Kick in the Eye"
"Bela Lugosi's Dead"
"Silent Hedges"
"The Passion of Lovers"
"Stigmata Martyr"
"Dark Entries"
Primer encore:
"Sister Midnight" (Iggy Pop)
"Telegram Sam" (Marc Bolan)
"Ziggy Stardust" (David Bowie)
Segundo encore:
"All We Ever Wanted Was Everything"