(Quemasucabeza Discos, 2010) Un día cualquiera. A lo lejos se escucha el burbujeo de un café recién hecho, de un pequeño radio emanan hebras sonoras refrescantes que incitan a asomarse por la ventana. Daniel Riveros, mejor conocido como Gepe, entrega Audiovisón, su tercer larga duración que al escucharse dibuja un panorama alegre y pintoresco.
La escena musical de Chile se ha caracterizado por mostrar varias de las propuestas más destacadas de la música en español. Artistas como Pedropiedra, Javiera Mena, Astro y Perrowsky han invadido los espacios en nuestro país con materiales de primera calidad [No sorprendería que los músicos chilenos formen un colectivo gigante como Broken Social Scene en Canadá. Incluso hay compilado como Tiembla el sur donde, apoyados por el gobierno chileno, los sellos discográficos muestran lo mejor de su escena]. En ese grupo de la “avanzada chilena” Gepe es uno de los autores más importantes y destacados y con Audiovisión, demuestra un grado alto de madurez y refinamiento en ejecución y producción.
El sonido de Audiovisión está compuesto por la mezcla de ritmos fríos, generados por una computadora, raíces del folclor andino y los ganchos característicos del pop más fino. El primer sencillo de este lanzamiento se titula “Por la ventana” y al ritmo de una relajada guitarra acústica y unas claves discreta, Gepe hace de una separación amorosa un evento menos trágico. “Salón Nacional de Tecnologías” es la canción más pop del disco y en tan sólo unos instantes, los timbres que suenan en el fondo y las letras bizarras que fungen como una especie de oda a un encuentro en un museo.
“Una vez al año tomamos las artes y se hicieron algo de sí / Se tomaron todo lo que había en la mesa y se fueron rápido al salir”
El tratamiento de la música tradicional andina ha hecho que Gepe destaque en el sonido hispano. El inicio de “Alfabeto” remite de manera inmediata a las infames grabaciones de Amapolita de Arahuay y Wendy, pero en poco tiempo una dulce balada para los románticos hipnotizados por las luces nocturnas. “La bajada” completa el par de cortes más folclóricos y con un sutil crescendo crea una atmósfera de cálida tranquilidad. Ojalá y los artistas mexicanos tuvieran la capacidad de Gepe para explotar las raíces culturales de manera tan fina y sin caer en los clichés de “ser naco es chido”, las “tecno cumbias” o la formula Nortec, que más que homenajear nuestro pasado rico en texturas sonoras, no hacen más que diluir la verdadera esencia de nuestras tradiciones.
Audiovisión es un trabajo limpio y maduro que logra transportar al escucha a un espacio distinto con cada una de sus canciones. Gepe demuestra ser uno de los músicos con mejor propuesta en la escena hispana y con melodías simples que hablan del cotidiano ha creado una pieza bella que se convertirá en un referente obligado de la música “alter-latina”.