‘Atypical’: Más típica de lo esperado
Fue en una de esas madrugadas con insomnio cuando me encontré con Atypical, una serie original de Netflix, creada por Robia Rashid, una de las productoras de la aclamada How I Met Your Mother. Es una historia que pretende ir más allá de una trama simplona que nos muestra lo “complicado” de ser un adulto joven, con el plus de que su protagonista, Sam Gardner (Keir Leigh), sufre un trastorno del espectro autista.
Con el propósito de integrar de manera correcta el tema del autismo, Rashid investigó a profundidad sobre la condición: escuchó podcasts, leyó libros y blogs de personas diagnosticadas con este padecimiento. Además, contrató a un consultor que leía cada guión y estaba al pendiente de cada escena para darle mayor realismo a las actuaciones y a la trama.
"Tuvimos miembros de la producción que se detenían y decían, 'esto no se siente auténtico” dijo Rashid. Entonces se repetía la escena.
Pero, ¿realmente se logra el propósito de la escritora?
Sam es un joven de 18 años carismático, honesto, curioso y en extremo inteligente. Un día, le surge la idea de tener novia, alentado por su terapeuta Julia Sasaki (Amy Okuda), de quien por cierto, él también está enamorado. Por su parte, su madre sobreprotectora e insegura, Elsa Gardner, (Jennifer Jason Leigh) está convencida de que su hijo es incapaz de involucrarse en una relación sentimental.
A pesar de la resistencia de su madre, Sam conoce a una extrovertida compañera de escuela, Paige Hardaway (Jenna Boyd), la cual se convierte en su primera novia, quien es cuestionada por la hermana del Sam, Casey (Lundy-Paine) ya que ella cree que para Paige, su hermano es solo un experimento y no una relación genuina. A este punto, pareciera que la trama sigue siendo un drama convencional de adolescentes, sin darle visibilidad suficiente al tema del autismo. Si Sam padece esta enfermedad, que según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU, la prevalencia del autismo en Estados Unidos llegó a su máximo nivel, el 1,7 % en 2018, ¿dónde se muestran las repercusiones sociales y cotidianas propias de su condición? Hasta ahora, los dramas y reveses que atraviesa Sam son prácticamente los mismos de cualquier adolescente.
Surge una interrogante con la cual se pretende dar una enseñanza, la cual es válida pero tampoco es el mayor de los problemas de alguien como Sam : ¿Acaso una persona autista no puede aspirar a tener una relación amorosa con alguien que no sufre el mismo trastorno?. Conforme avanzan los capítulos, la serie muestra que es posible, a pesar de los prejuicios, los repentinos ataques de ansiedad de nuestro protagonista.
A pesar de la extensa investigación que Rashid hizo sobre el autismo, pareciera que el argumento de la serie se queda en la superficie cuando trata de retratar las verdaderas implicaciones de este padecimiento. La actuación de Keir Leigh como Sam sin duda es acertada, aún cuando la trama falla, especialmente durante la primera temporada, que nos queda a deber una exploración más profunda del autismo.
Sin embargo, para la segunda temporada recién estrenada en el agosto pasado, ya comenzamos a ver más sobre el trastorno que sufre Sam, con un suceso que sin duda invita a la reflexión sobre la importancia de informarnos más sobre los patrones de comportamiento de una persona autista.
En una escena, Sam intenta dormir fuera de su casa por una noche y se queda con su amigo Zahid (Nik Dodani), algo que nunca había pasado en sus 18 años de edad. Al pasar la medianoche, entra en pánico y decide regresar a casa. Cuando camina por la calle, un policía lo arresta y lo lleva a la comisaría, pensando que había consumido drogas, cuando en realidad estaba atravesando por un ataque de pánico.
Si bien Atypical pudo haber aportado más a la visibilidad del autismo y las complicaciones que viven quienes lo padecen, limitándose a circunstancias comunes de cualquier adolescente, el guión está bien construido y las actuaciones son excelentes. Esperemos que conforme avancen las temporadas, los escritores refuercen la idea de mostrar al público la importancia de aprender más sobre el autismo, y no se tome solo como mecanismo de marketing y morbo para atraer audiencias a una serie que pretende ser “Atípica” y no lo es tanto.