El sol de la tarde de Luis González de Alba Por Paola López Niño
Luis González de Alba toma inspiración para El sol de la tarde (Quimera 2009) en un poema de Konstantinos Kavafis del mismo nombre:
“Al lado de la ventana estuvo la cama; el sol de la tarde le llegaba a la mitad”
Éste es el relato de David y de Paco, que tanto unidos como separados por ideologías políticas, reflejan la historia de toda una generación. Amantes de ocasión y amigos constantes, la pareja se ve envuelta en eventos revolucionarios importantes en Cuba, Nicaragua, en mítines, huelgas, en la creación de un partido socialista, etc. Tal vez el más significativo de éstos haya sido el movimiento estudiantil del 68 (donde el mismo Luis González de Alba fue dirigente), que marcó a una generación decidida a oponerse a la opresión por parte del gobierno y de la sociedad. Con la constante intervención de personajes incidentales, David y Paco nos invitan a conocer los ideales de la liberación sexual de los sesentas y la esperanza de la revolución de los setentas que se convirtieron en la cruzada del SIDA de los ochentas.
González de Alba se deja llevar en ocasiones por el lirismo y la excesiva descripción de escenas que suplantan a la narración. Por un lado, puede que algunas veces esto cause que se pierda por un momento el hilo de la historia. Sin embargo, esto nos puede ayudar a crear una sucesión de imágenes que enriquecen el relato y nos involucran en la desolación que caracteriza a la trama.
Con abundantes referencias culturales, filosóficas y literarias, El sol de la tarde nos presenta la semblanza de un México que el día de hoy sufre las consecuencias de las transformaciones sociales y políticas del siglo XX. Y nos da un atisbo, un breve oteo sobre las costumbres, el lenguaje de los jóvenes y la situación social del contexto mexicano en aquellos días.
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