La noche del sábado, pasado 13 de junio, los hexágonos que decoran las paredes laterales del Plaza Condesa revelaron su verdadero propósito: fungir como plataforma de lanzamiento para un cohete espacial.
Rootical Sessions, la productora mexicana que honra la silueta del león de Judá, celebró su décimo tercer año de organizar comuniones entorno al Dub con la puesta en órbita de un satelite. La nave orbitó la tierra prometida por más de 180 minutos en los que se presentaron 4 actos en honor a Haile Selassie I. Aquí un testimonio encontrado en una transmisión que las antenas de esta estación interceptaron:
"Los encargados de presidir el despegue y de soltar los primeros bajos fueron los mexicanos de Bungalo Dub, quienes presentaron Steppa (2015), material editado a través de su sello personal, 7Records. Con más de 10 años en actividad, los de Iztapalapa son los pioneros y máximos exponentes del género en el país.
https://www.youtube.com/watch?v=uZ-1hSuyqhA
Tras una pausa en los procesos mecánicos de la nave que nos dejó flotando por el cosmos, llega el momento para que un oficial de la isla principal del Reino Unido tome los controles y demuestre porque los ingleses hicieron un imperio basado en la navegación. Dennis Bovell entra al cuarto de controles para operar el timón del micrófono y las tornamesas.
El productor e ingeniero que formara parte de Matumbi y de las raíces del reggea británico supo encaminar la nave hacia Plutón. La cabeza calva de Bovell es el casco espacial que requiere para respirar fuera de la atmósfera. Prueba su valía con un arreglo a capella de "What A Wonderful World", el clásico de Louis Armstrong reversionado a-la-Bobby-McFerrin. Continúa fijando trayectoria con "Alice" y su más reciente sencillo "Fall Babylon" que respalda otro astronauta pionero, el contramaestre de la nave: Mad Professor. La multitud clama por combustible para llegar a Neptuno, como si no lo estuvieran ya quemando.
https://www.youtube.com/watch?v=ecyB045xyik
Sin hacer un alto en la travesía a través de la galaxia, ambos maestros ejecutan con simbiosis. La melódica procesada con delay anuncia una reversión de Augustus Pablo cual lucero que pasa ante las ventanas de la nave. El profesor del Dub porta un traje intergaláctico con el escudo de su propia flotilla: Ariwa Sound Studio. Poco a poco, Bovell pasa el control del timón al contramaestre sin tener que hacer un alto en el viaje. La cara del nacido en Guyana es la nueva protagonista de los visuales, la estafeta ha cambiado de manos.
El leon de Judá es un punto de confluencia entre el rastafarismo y la espiritualidad judio-cristiana. Los hexágonos que forman la plataforma de lanzamiento se han licuado al color azul de los reflectores de la nave para convertirse en una sinagoga profana que pone a Xangó en el púlpito. El sábado deja su lugar al domingo. El día de Saturno, el día de Kronos termina.
Sube el capitán de la nave a cubierta. Los presentes son más bien beatos. Son péndulos frente al muro de las lamentaciones, frente al muro que divide las dimensiones. El sombrero pirata brilla reflejando la luz del Sol que de a poco se aleja. En contraste para la gente de la Tierra, la que se quedó fuera de la fuga a Zion, el día del Sol recién empieza. Es domingo ahora. Vestido de rojo aparece el encargado de cantar las escrituras. El profesor lo esperaba y cambia el color de su ojo de cíclope en señal de respeto.
Como todo el conocimiento que valga la pena, las palabras de Lee "Scratch" Perry son muy difíciles de entender. Son salmos cantados bajo capas de acento jamaiquino, encriptado con su versión de la máquina Enigma de los nazis. El maestro gobierna la nave como exige Hemingway a Santiago. El capitán fue amo y señor de un arca negra en sus tiempos como poblador de la Tierra y . Decidió quemarla porque Babylon se estaba apoderando de ella. En la pantalla hay visuales en loop de lo que fuera el Black Arc Studio, crisol donde se preparó el Dub.
"I'm the upsetter. I'm a perfect man. Doo doo made me perfect. You could be perfect too". El capitán dicta órdenes como si diera un sermón. "I do excelent voodoo with my Doodoo". Da un sermón como si dictara órdenes. A los 79 años dirige a su tripulación con un movimiento conspicuo. El que fuera el ingeniero de los trabajos iniciales de Bob Marley & The Wailers hace izar una bandera rastafari en el mástil de lo que alguna vez fuera Juan Escutia #4. Aparentemente la nave no piensa aterrizar. Sigue dando vueltas sobre la órbita de Zion. Parece que todavía no es momento de que pisemos el planeta prometido.
Una transmisión azota la pantalla de la nave. Es un stop motion hecho por el Jan Svankmajer de la dimensión paralela. Una lechuga, luego es una colita de Ganjah, ahora es una semilla germinando. Un chayote se derrite ante ojos que ahora ven hacia adentro del cuerpo que los contiene. El capitán nació bajo la tutela de Piscis, de Neptuno. Es todo fantasía, todo ilusión. Su micrófono es como de reportero de noti-diario hecho de espejos. Su labor es tergiversar el tiempo, alargar los segundos, reducir las horas: transmitir el dub free spirit.
En contra de las hipótesis de los beatos, quienes no veían final a la travesía espacial, la nave vuelve a la plataforma de despegue. El capitán va contra la norma y firma los pases de abordar de los tripulantes desde el escenario, la multitud se organiza para pasar sus boletos y un sharpie negro. La mascota del emperador observa estoico el paso de la eternidad que se mueve ante sus ojos. El león vuelve a su guarida, la congregación se dispersa."
La transmisión termina aquí.