En la emisión del 14 de septiembre, El Cine y… Canadá, hablamos sobre el León de Oro que obtuvo Cuarón en Venecia por Roma, el éxito de Netflix dentro y fuera de las salas de cine y la presencia mexicana en el Festival Internacional de Cine de Toronto.

En cabina, se realizó un enlace con Fernando “El More” Moreno quien estuvo presente durante el TIFF. La temática del programa giró en torno a Canadá: el país, su producción de cine, actores y directores.

Usualmente visto como el hermano pequeño y menos desquiciado de Estados Unidos, Canadá es un país conocido por su vibra más tranquila, ordenada y civilizada. Esto puede incluir al cine, pero en ocasiones éste rebasa sus orígenes.

Resulta extraño admitir que uno de los innovadores más grandes del género horror es canadiense. Se trata de uno de los mayores expositores del gore: David Cronenberg, quien logró cautivar a las audiencias dándoles algo más que simples vísceras, él les dio sentido, psicología y un profundo trasfondo filosófico.

Un cineasta interesado en el cuerpo, en la ruptura de éste y en cómo se puede llevar a sus extremos más irreales, grotescos y hasta poéticos. A través de sus películas, el horror adquirió un aura con diferentes estudios e interpretaciones.

"Mi dentista me dijo el otro día: Ya tengo suficientes problemas en mi vida, así es que ¿por qué tendría que ver tus películas?"

David Cronenberg

Su interés no es apantallar con sangre o violencia, sino con la mente, y con temas e ideas que los personajes desarrollan en sus películas. Homenajeado en todo el mundo, Cronenberg sentó una buena base de lo que se convertiría posteriormente en una industria de cine canadiense fructífera, así como en algunos de los mejores directores del mundo contemporáneo.