Una curtida elegancia tropical

Bomba Estéreo Elegancia tropical (Polen/Terrícolas Imbéciles, 2012) Pop

Regresó Bomba Estéreo con un álbum nuevo (el tercero en su carrera) y la propia banda lo definió como un momento más maduro de su carrera. El rumor y el mismo adjetivo se va esparciendo a medida que se escucha y se presenta ese sabroso y champetero sencillo titulado "El alma y el cuerpo". ¿Será cierto? ¿Qué nos trae acaso ese nuevo larga duración? Hora es de escucharlo y comentarlo ahora que se lanzó en Colombia y está próximo su lanzamiento en México, como en el resto del mundo, previsto para el mes de noviembre.

Y de una vez algo serio, que va más allá de la rumba y la discoteca, nos insinúa esta carátula de acuarela o de grabado oriental en el cual se presenta su música. Puesto el CD, la sorpresa inicia con "Bosque", una cadenciosa fila de beats y una voz susurrante de Li Saumet que anuncia que la cosa es solemne, que es un álbum para escuchar sentado: 'El alma va cansada y tiene frío', sentencia aquel susurro. Pero pronto, los tambores regresan y una guitarra casi chichera se rasga en "Bailar conmigo". Buenas noticias para el bailador, en su segundo corte el álbum invita a ponerse de pie. Tras el sencillo que ya fue lanzado (aquí como tercer tema en la fila), la tranquilidad regresa en "Sintiendo", donde sin perder el toque callejero y champetero, Bomba Estéreo se luce con una canción romántica. Y para seguir con el corazón encendido, llega "Pure Love" a subir más esos sentimientos con pálpitos de batería y potentes toques de rock electrónico primero y después de tecno, en evocaciones de los años 80 tal vez quedadas tras jugar con la música de Technotronic. La pista de baile así regresa.

La conmoción se sigue dando  al abrir un afortunado paréntesis con dos revelaciones que, como ellos, se tomaron el mundo alterlatino en años recientes. El primero de ellos es "Rocas", junto con el brasileño BNegão, quien propone un encuentro bilingüe y binacional donde incursionan el raggamuffin y el hip hop: "hagamos una bulla donde la energía y la música te fluya", sentencia la rica invitación sonora que propone este encuentro. Los bríos del ya clásico "Fuego" que sorprendieron hace tres años a la crítica, se vuelven a escuchar en el enérgico tema "Caribbean Power", eso sí, con una ingeniosa letra que se inicia como un buen tema para el repertorio de despecho ¿Cómo definir la repetición de esta fórmula? ¿Riesgo de estancamiento? ¿Seguridad de éxito? Total, ese accidentado viaje sideral puede dejar un merecido buen veredicto en la pista de baile similar al del tema de marras.

La segunda revelación que acompaña al álbum, también en lengua portuguesa, es Buraka Som Sistema, quienes desde Lisboa llegaron a potenciar el tema "Mozo" con su dosis de kuduro. Voces cachondas, culo duro (¿eso traduce kuduro, no?) y auténtico afrobeat que pone a dialogar y a que se reencuentre la africanía esparcida por el mundo (y qué mejor que erotizar ese reencuentro).

El péndulo propuesto se vuelve a mover en una extensa, enriquecida y cadenciosa champeta titulada "Pájaros", una demostración de enriquecer y hacer serio de nuevo el experimento sonoro, aunque la base sea el género en cuestión. Podemos otra vez sentarnos. Y así seguimos mientras suena "Lo que tengo qué decir", un tema sentido, que sin perder la esencia rapera ni cantaora, se asume más pop. Y de cierre, la banda nos regala "Pa' respirar", una afirmación de que sin perder los toques tropicales y la potencia del tambor, se puede plantear un experimento a la vez festivo y cadencioso.

Y entonces ¿Sí hubo elegancia tropical? La hubo, así como hubo cadencia bailable, aterrizaje sideral o lo que queramos oponer entre fiesta y quietud en este álbum que nos hace comprender al fin cuál es esa madurez con la que ahora se define Bomba Estéreo.

L.A: nostalgia por el pasado

San Patricio: recuerdos de batallas perdidas.