9. Swans- The Seer (Young God)
Reseñar el The Seer de Swans y no decir algo sumamente pretencioso es prácticamente imposible, por lo que me resulta muy difícil describir el mejor álbum del año según mi persona, sin que me den ganas de lanzarme una bolsa llena de orines encima. Aún así, ahí va:
The Seer traspasa las fronteras de los sentidos y deja en segundo plano al oído, para der paso libre al tacto y a la vista. Constantemente me sucedió, al escuchar el álbum, que el mundo a mi alrededor desaparecía; hasta encontrarme en una carnicería golpeando un enorme pedazo de carne de res, que más que golpear por algún deber, lo hacía por el placer de machacar la carne.
The Seer es un álbum que levanta lo peor de ti, el sadismo y la violencia... ese lado que escondes muy dentro de tu subconsciente. Seas o no fan de Swans, tienes que escuchar este disco, seguramente encontrarás algo tuyo muy oculto, que no querrás mostrar a nadie jamás.- @fink909
8. Spoek Mathambo - Father Creeper (Sub Pop)
Cuando se está en pleno baile, en un lugar que no se conoce, a las cuatro de la mañana, y lo que se escucha se parece a Spoek Mathambo, es probablemente porque se está en el lugar adecuado. Father Creeper es la segunda producción del rapero, DJ, diseñador gráfico e ilustrador de 24 años; quien se refiere a sí mismo como parte de un new wave en África, y que tiene como intención nutrir un sentido de progreso mientras se mantiene el orgullo por la cultura.
El disco es una mezcla de los más diferentes ritmos, que se escuchan a ratos como un dubstep primitivamente africano, como si los bailes de los asistentes a la fiesta quisieran invocar algún tipo de deidad. Música para altas horas de la madrugada; en donde el baile se mezcla con la peligrosidad de las calles, las sustancias que surten efecto en la sangre y el presentimiento de que puede llegar a ser una gran noche.- @patogdelavega
7. THEESatisfaction- AwE naturalE (Sub Pop)
Un duelo amigable para encerrar los silencios en melodía. Hermanas de soul, Stasia Irons y Catherine Harris-White son el dúo ébano de Sub Pop. Reinas femeninas del groove y el swag vuelto energía en loops y ecos.
AwE naturalE tiene el acierto de crear capas sintéticas de sonidos que se mezclan a la perfección con las voces contradictorias de Stasia y Catherine. Su canto tiene la facultad de un suspiro al oído y la fuerza de la cosmogonía negra del R & B, el rap y el spoken word.
Aprovechan las cualidades aurales de géneros como el dream pop o el witch house, pero sin caer de pies ante ellos. Encadenan los loops y los vuelven esclavos de sus voces. No es de extrañar que en el disco colabore Palaceer Lazaro de los Shabazz Palaces y no A$AP Rocky. El álbum exhuma pureza, incorruptibilidad y todo el espíritu y el soul que reflejan sus afros y su cadencia vocal.- @xime_goka
6. Frankie Rose- Interstellar (Slumberland Records)
Interstellar es un portal hacia un mundo secreto creado por Frankie Rose. Sin mayor pretensión, las 10 canciones en el álbum nos mostraron que la ex integrante de Vivian Girls y Dum Dum Girls tiene un don para crear atmósferas ensoñadoras, tan simples y emocionantes como las de New Order y tan profundas como las de Cocteau Twins. Es un disco muy femenino, a veces angelical, en ocasiones girly y ante todo evocativo de la noche y las estrellas.- @uriw
5. Die Antwoord- TEN$ION (Zef Recordz)
Die Antwoord toma la filosofía de la moda Zef –común entre caucásicos de clases trabajadoras– donde la idea es ser pobre, pero fino: con estilo. Su música, vulgar y futurista, hereda lo atascado del Dutch House y lo tropicaliza al afrikaans, con rimas sediciosas y sexosas. Ninja –el líder– es una especie mutante de hooligan y MC; un Beastie Boy que no tuvo la suerte de nacer en Nueva York, sino en un barrio malora de Jo’burg, Sudáfrica. Yo-Landi es una chica menor a 1.60, con un corte de pelo rubio post-chaka, un antifaz blanco pintado sobre ojos con pupilentes negro-alienígena: una reggaetonera demoniaca en miniatura. Menos protagónico, pero más contundente, DJ Hi-Tek es el encargado de la tormenta de unos beats que recuerdan igualmente a el rave burdo de 2 Unlimited, los agresivos breaks de The Prodigy, el sadismo de Aphex Twin y los chiclosos ritmos sudafricanos del género conocido como ‘kwaito’.
En el álbum Ten$ion no hay nostalgia ni revisionismo: la música de Die Antwoord habla sobre lo que está ocurriendo en las urbes de este planeta, en el aquí y ahora: una combinación caótica de símbolos y signos que transmiten morbo, violencia, pobreza, egoísmo y hedonismo.
Y para acabar de redondear el concepto, los videos para los tres sencillos de Ten$ion quedan testimonio del shock: “I Fink U Freeky” y la estética de lo imperfecto, con Yo-Landi posando entre ratas; “Baby’s on Fire” y el comentario sobre el machismo sudafricano (tan similar al mexicano!). Y finalmente, el controvertido “Fatty Boom Boom” que destrozó a Lady Gaga, al convertirla en una frívola turista del primer mundo, apabullada ante la barbarie del tercer mundo... un paralelo de lo que Die Antwoord significa ante el pop, el hiphop y el indie estandarizado que circula por el planeta.- @uriw
4. Linda Mirada - Con mi tiempo y el progreso (Discoteca Océano)
Aquel mes donde toda España detiene las máquinas para montarse en una siesta colectiva, ha terminado. La caída del verano, sin duda, es un momento de agravada nostalgia: con las pieles tostadas y los ánimos recargados, los españoles ya preparan las gabardinas para comenzar la hibernación. Y para los que nunca estuvimos en las playas ibéricas, tomamos las memorias prestadas de lo ocurrido en aquellos agostos de ensueño.
Con mi tiempo y el progreso narra una historia de verano en diez capítulos protagonizados por la madrileña Ana Naranjo, quien en su papel de Linda Mirada, se antoja como una glamorosa chica de ojos verdes, que logra transmitir con su voz una gama de emociones que van desde el rush adolescente por un viaje de fin de cursos a la costa gaditana; la cercanía de un tórrido coqueteo en la pista de baile dentro de un chiringuito, hasta el narcisismo de una mujer que se sabe guapa y que de un modo contoneante en cada sílaba, confiesa sus encuentros y amoríos con propios y extraños, durante esta dionisiaca temporada del calendario: Con mi tiempo y el progreso es Lucía y el Sexo, transportado al audio.
Dibujado con una paleta de texturas extraídas del imaginario ochentero, éste es un embriagante álbum de inmersión sensorial, que nos adentra en los impulsos eróticos (y tanatológicos) de Linda Mirada: los magistrales arreglos de synth-pop hechos por el estadounidense Bart Davenport, irradian olor a sal de mar, perfume caro, bloqueador y resaca de alcohol. Mientras que la curva de canciones describen un atardecer oceánico que va desde el optimismo del amarillo y el crush romántico del naranja, hasta las profundidades del rojo, las pasiones nocturnas del magenta y un inesperado final cinematográfico, que termina esta obra en negro.- @uriw
3. Pegasvs- S/T (Canada)
Escuchar la música de Pegasvs es como probar el mejor de los licuados en el puesto de jugos de la esquina. Ese licuado que trae de todo un poco; no se satura de sabores y a pesar de que contenga diversas frutas, el resultado es óptimo. Pegasvs con su álbum debut y homónimo nos obsequia un trabajo en donde podemos apreciar un synth pop ochentero mezclado con distorsiones de guitarra, coros soñadores y la clara influencia y homenaje al krautrock alemán y su ritmo motorik (tal vez su característica más notoria). Hablar de Pegasvs es consagrar la frialdad y dificultad del kraut incursionada al pop; en otras palabras, un “kraut-pop”, vaya el neologismo.
Con ayuda de su maravilloso álbum debut, este dúo barcelonés/argentino se coloca como una de las grandes revelaciones de 2012 por saber revivir y mezclar los géneros y estilos antes mencionados para adaptarlos de manera magistral al escucha del siglo XXI.- @davosea
2. Death Grips- The Money Store (Epic)
Para escuchar a Death Grips se necesita una máscara de gas y lubricante. Se trata de absorber drum-machines que son cuchillazos y beats que latiguean. No hay tiempo disponible para respirar. Cada una de sus canciones te escupe, te da cachetadas, te lacera el cuerpo.
Sin embargo, y pese a la imaginería violenta, existe una cohesión; siempre hay cierta ritmicidad y armonía que fluye y que mantienen al escucha prendido a los auriculares. Sus sonidos con frecuencia se encuentran sobre saturados; hay drum & bass y woops distorsionados. Sampleos que violan las canciones. Frases que pareciesen ser pronunciadas en alemán por una boca llena de pústulas y dientes de oro. Y en el puro masoquismo hedonista, uno, al escuchar The Money Store, se queda a sufrir y a lamer la sangre que se desprende del propio cuerpo.- @xime_goka
1. Bear In Heaven- I Love You, It's Cool (Hometapes)
Se le dedicó un programa completo a definir su sonido. Se iniciaron debates sobre la similitud y mezcla de la agrupación de Brooklyn con los Smiths, The Cure, Vitamin Z, Scritti Politti, los Pet Shop Boys y Underworld. Se name-droppeó hasta el cansancio en un esfuerzo por definir el collage de pegostes fluorescentes y cuasi-tridimensionales que se conoce como Bear in Heaven.
En I Love You, I’ts Cool hay confesiones de derrota, existencialismo sudoroso y pecados que se cometen por gusto. Jon Philpot, líder de la agrupación, mueve sus caderas y entona líricas identificables y seductoras. Los instrumentos acompañan con un sonido psicodélico, experimental, electrónico, kraut y sulfúrico.
La musicalidad va en espiral ascendente, desenvolviéndose de manera casi matemática; pero llevada por un impulso de sentimentalidad e introversión. Huele a moteles de carretera, sabe a manzana ácida, se ve como una televisión sin señal y se siente como un chicle pegado en el zapato. Es una mezcla de los beats techno que se atragantan antes de explotar en un rave, la psicodelia que se pierde en saturación y la perfección del pop que pudo ser.
I Love You, I’ts Cool es indefinible, omnívoro; el ganador de la zanahoria de oro para Quirky.- @xime_goka