¿Quién dice que el jazz en México no tiene público? Anoche el teatro degollado se mostró lleno en la presentación estelar del encuentro internacional de jazz en Jalisco, una noche de celebración a un género musical que definitivamente no murió en 1959.
La velada comenzó con música adecuada para escuchar mientas uno hace aritos de humo con la boca. Por supuesto que esta descripción puede parecer un poco “clavada”, pero en realidad eso es el jazz; música arriesgada ligada inevitablemente a la improvisación. El jazz y sus derivados son géneros para gente “clavada”, tanto los intérpretes como su audiencia, que no tiene miedo a ser catalogada como tal que hacen y escuchan música “for the sake of music itself”.
Smoke Ring Quartet es una banda tapatía que tiene sus raíces bien plantadas en el jazz de Dixieland (Nueva Orleans), pero que entiende perfectamente el concepto de música globalizada. Pues las cuerdas de la guitarra y el bajo eléctrico presentaron un toque bien latino, los riffs del cello se acercaban más a los lloriqueos del blues y la trompeta (especialmente en la última canción) sonó bastante acercado a la época de Sketches of Spain de Miles Davis.
El festival Tónica es definitivamente un gran foro para dar a conocer el talento local, que como Smoke Rings Quartet no solo muestra gran talento musical sino una gran hermandad entre la comunidad de jazz de Jalisco.
