Fotos por Rafael Ramirez ¿Qué más podría pedir una chavita hipster, que el amor de un chico rockero sensible con más de una guitarra Gibson Les Paul?
La presentación de anoche de The Maccabees en el Plaza Condesa fue el equivalente a ver a una gran estrella pop como los Back Street Boys o N* Sync en sus buenas épocas; pero claro, con buena música. Una noche llena de gritos de niñas enamoradas e ilusionadas.
Orlando, Hugo, Feliz, Rupert y Sam salieron al escenario acompañados de “I Am Human” de The Smiths, y en pocos segundos la voz gutural de Morrisey se vio transformada en la de Weeks; que cuenta con las mismas características. Gracias a la gran presentación que tuvieron poco antes en el Corona Capital, desde la primera canción: “William Powers”, el público respondió con entusiasmo. Y así fue como corrió la primera parte del concierto, con canciones románticas y neones que acaban en explosiones de baile como: “Feel to Follow” y “First Love”. El amor del que hablan The Maccabees parece ser uno bien consumado, sin mucho drama.
No fue hasta la segunda mitad de la presentación que los sintetizadores le comenzaron a dar un toque melodramático a la música con el ya himno “Given to the Wild”. Las notas dulces de guitarra, con los movimientos ágiles de la batería y la voz inconfundible de Weeks se tornaron en un festival de amor y cursilería moderno. Casi hasta el final se concentraron en tocar canciones de sus primeros discos, que aunque el público en general no reconocía a primera instancia, las agradeció mucho, pues la intensidad de la fiesta fue in crescendo.
La gira de The Maccabees llegó a su fin con un gran encore que incluyó la canción más esperada: “Pelican”. En donde la banda decidió dar un giro vintage e incluso Weeks se puso a chiflar una hermosa melodía que logró enamorar a las pocas chavitas que se habían salvado de sus encantos. Definitivamente el venue en donde se presente una banda hace mucha diferencia en la recepción del público. Mientras el Corona Capital se prestó para un ambiente cálido y lleno de luz, el Plaza Condesa se mostró como un foro en donde predominó la oscuridad y la fiesta. Ambas grandes presentaciones de una banda que promete mucho y que sin duda ya tiene al público chilango más que cautivado.