Una estética visual brumosa y una especie de lucha interna con el subconsciente, son lo que ha definido a Bat for Lashes desde que lanzó su álbum debut Fur And Gold en 2006. Su estilo electrizante y temperamento caótico aún causan inquietud cada vez que suena alguno de los discos previos de Natasha Khan.
Después de tres años de no lanzar algo nuevo, The Haunted Man aún conserva ese aspecto neblinoso, pero es dominado por un carácter más maduro y consciente; que es confirmado por las palabras de Bat for Lashes en el video Letting Go Of Ghosts - Creating The Haunted Man: “para poder avanzar hacia el futuro, tienes que estar en paz con el pasado”.
En un intento por hacer las paces con el ayer, Khan se mudó cerca del mar, compró un gatito y decidió tratar de encontrar un hogar y alguna raíz a la cual aferrarse; que al parecer buscaba desde Two Suns con frases como “I dream of home”. Bat for Lashes ha sufrido una metamorfosis; pero hay que recordar que el cambio no siempre es negativo, el carácter turbio de una niña confundida se convierte en las palabras articuladas por la voz de la experiencia.
“Lilies”, la melodía inicial, es un comienzo menos violento y desequilibrado que los de sus discos anteriores; es como el amanecer frío y despejado que presenta al nuevo sonido de Bat for Lashes. Pareciera que su música se ha transformado radicalmente; “All Your Gold”, el segundo sencillo del disco, comienza a darle sentido a este cambio. En una especie de secuela y con la frase “there was someone that I knew before, a heart from the past”, este single es como una versión más fogueada y racional de lo que sucede después de “Daniel”, éxito de Two Suns (2009).
Entre tambores que parecen salidos de algún festival de indios cherokee, “Horses of the Sun” conserva la forma de sus trabajos anteriores. Todavía tiene un sonido más desértico, y al igual que en “Horse and I” (Fur and Gold, 2006) la pieza menciona caballos y el beat poderoso del tambor es lo que predomina. Existen patrones que se repiten a lo largo de la carrera de Bat for Lashes y son varios los elementos recurrentes en sus canciones: la luna, el sol, animales, y el cielo. Además, en sus tres compilaciones, varios de los títulos tienen nombre propio como de una persona: Sarah, Daniel, Prescilla, Laura, y Marilyn.
“Laura” es una canción preciosa y afligida compuesta à la Regina Spektor: apacible, melancólica y con mucho piano. Una sensación de soledad habita en la canción, y escucharla es como mirar perdidamente el atardecer en alguna costa ártica, mientras se sostiene un té en la mano. Después, cuando el sol está a punto de desaparecer, “Winter Fields” explota en una composición digna y sinfónica, al mismo tiempo que el color blanco inunda el ambiente; situación muy clara con la frase “colours of absence flooding the hill”.
Una tuerca distinta dentro de esta maquinaria creada por Khan, apoyada por un coro de hombres, las guitarras de Beck, y una composición con Justin Parker, es el uso de elementos muy electrónicos en canciones como “The Haunted Man” y “Marilyn”; que les da un sonido parecido al género experimental que ha aparecido en Suecia con proyectos como iamamiwhoami y Niki & The Dove. Con un visual de escaleras interminables, se ve madera por todas partes y se siente un aire nebuloso que golpea al cuerpo.
En “Rest Your Head”, un ambiente helado y fantasmal que parece salido de Zelda: Twilight Princess, invade la atmósfera. Todavía con un sonido electroso, Bat for Lashes cierra su composición con “Deep Sea Diver” y proclama “it’s time to get enchanted”. En medio de una noche boreal escoltada por icebergs y algo así como el naufragio de una antigua galera, el track final manda a la mente a dormir en paz.
The Haunted Man es una odisea visual y el cover art no se queda atrás. El concepto es el mismo: muestra una imagen simple e impactante de Khan desnuda, cargando a un hombre sobre sus hombros. En una entrevista con Under The Radar, la artista explica que deseaba que la portada del disco fuera cruda y menciona que no usó maquillaje. A simple vista el hombre en la imagen parece una carga colgada de ella, pero se trata de intentar dejar caer el peso y dejar ir a los fantasmas.
El atractivo visual de Bat for Lashes se mantiene; pero se convierte en algo aún más sonámbulo. La madurez que ha alcanzado Khan como persona y artista es evidente con su nuevo diseño complejo y calculado. Sin la oscuridad de sus trabajos anteriores, The Haunted Man no podría tener luz. El humo asfixiante de su desierto pasado, se transforma en una niebla glaciar que invade la noche estrellada en algún puerto gélido… pero hermoso.