Por Eduardo Coutiño
Desde la International Space Station las ondas de “Space Oddity” viajan por la galaxia para llegar a los oídos en la Tierra. Es evidente que esta pieza posee cierto lenguaje que conecta a los humanos con otras dimensiones.
Major Tom se desprende un momento de las vocales de Bowie para encarnar en la voz del comandante canadiense Chris Hadfield, quien bajo el efecto antigravitacional interpreta la poderosa melodía. Seguramente el astronauta en su mente habrá tenido alguna conversación con HAL, quien lo habrá convencido de interpretar la canción. Así como persuadió a David Bowie para componerla.
Una lata viajera que hospeda a un astronauta de corazón palpitante que interpreta una melodía sobre un navegante espacial compuesto de notas musicales que a su vez es la manifestación de un ícono de la música que habita en el planeta tierra pero vive en órbita. Y todo cobra sentido. Y no. Porque así es el espacio.