Por David Segundo
La sesión #14 de Mercado Negro fue una fastuosa comida. De entrada se sirvió una fruta poco madura con salsa de psicotrópicos. Matilda Manzana presentó su último disco Conjuntos Cartográficos (2012), pero nunca pudo llenar los paladares del público. El creador del proyecto, Oscar Rodríguez, realizó caras dignas del Exorcista para intentar llegar a tesituras agudas y mimetizar la digitalizada voz de estudio. Al mismo tiempo, la reciente incorporación de banda en vivo no fue el mejor aderezo, ya que se les vio desconectados todo el tiempo y con falta de práctica. Casi al final de la degustación, la fruta tuvo un par de momentos dulces: el primero, con la interpretación de “Conjuntos Cartográficos”, donde la cumbia tropical prendió la chispa que hacía falta; y el segundo, con “Pez Espada”, una alegre canción dirigida por los acordes de guitarra y tonos marimberos bailables. Esto nos hace pensar que esta banda necesita un mayor tiempo de cocción para ser digno de los mejores banquetes.
El platillo principal fue un deliciosa arepa rellena de colores pastel y una salsa de vino blanco francés que ha sorprendido las papilas gustativas de toda Latinoamérica. Este nuevo alimento utiliza la fusión de ingredientes que a primera intención no embonan entre sí, como son el jazz manouche, la cumbia y música gitana, para ser la sensación de la mesa. Monsieur Periné mostró el aroma del swing a la colombiana con la ayuda de su álbum Hecho a mano (Intolerancia, 2012).
La melodía de “Tienda de Sombreros” es guiada por la flauta de Camilo Parra, que recuerdan a la hipnosis creada por la flauta de Hamelín, ya que todos se enamoran desde la primera tonada y no pueden dejar de engullir el nuevo alimento. Al interpretar “Suín Romanticon” “La Playa” y “La Ciudad”, los invitados disfrutan con un condimento picante generado por la sensualidad de lolita de Catalina García. Este platillo también cuenta con secretos de otros manjares, ya que el Monsieur realiza una cadenciosa versión de clásicos de Álvaro Carillo: “Sabor a mí” y “Luz de Luna”. Debido al extraordinario sabor los comensales, pidieron doble ración y Monsieur Periné tuvo que improvisar versiones de “Bonito y sabroso” de Benny Moré y “When the Saints Go Marching In” de Louis Armstrong. En conclusión, un guiso inolvidable que nos recuerda las virtudes de la cocina colombiana.
Matilda Manzana
Monsieur Periné
EsaMiPau!