Por Salvador Nito (@nito_wong)
En los últimos años se han criticado las nuevas formas de hacer cine. Desde el uso de cámaras con sensores digitales hasta la implementación de pantallas verdes e imágenes generadas por computadora (CGI). Esta corriente de pensamiento nostálgico ha generado el renacimiento vintage de las tecnologías análogas; el relanzamiento de diferentes productos como la cámara Super 8 son prueba de esto.
Pero cuando se habla de cine, se tiene que tomar en cuenta el fondo al igual que la forma de una película. En el ámbito cinematográfico y de entretenimiento lo que importa es contar historias. La tecnología es simplemente una herramienta que ayuda a los realizadores a alcanzar su fin principal, el de crear narrativas.
A principios de abril, una compañía fotográfica anunció el lanzamiento de una nueva cámara cinematográfica. Este nuevo producto se diferencia del resto en el sentido de que no captura una serie de imágenes planas, sino que es capaz de interpretar un campo de luz.
Lytro Cinema from Lytro on Vimeo.
Una cámara normal, ya sea análoga o digital, funciona de la siguiente forma:
los rayos de luz viajan a través de un lente para llegar al sensor y generar una imágen; una diafragma determina la cantidad de fotones que entran a la cámara y un obturador se encarga de definir cuánto tiempo se expone el sensor a la luz.
La diferencia entre análoga y digital es que en la primera los rayos de luz son impresos en una película fotográfica y en la segunda llegan a un sensor, el cuál traduce la información en forma de imágen.
Las cámaras de light-field contienen una capa de microlentes colocada sobre el sensor. De esta forma puede capturar información adicional como la dirección e intensidad de los rayos de luz. Así puede interpretar un campo de luz de una forma tridimensional en lugar de imágenes planas.
Gracias a esto el enfoque al igual que otros parámetros como la velocidad pueden ser alterados después de grabar. Con este sistema el uso de pantallas verdes también puede ser restado, ya que al determinar la profundidad de la imágen se puede excluir elementos en el fondo y solo capturar a los sujetos que se desee.
Esto significa un nuevo nivel de versatilidad para los cineastas. El proceso de rodaje puede ser simplificado para que los aspectos técnicos no obstruyan la creatividad de los realizadores. La integración de elementos CGI en la imágen también es facilitada, así los directores podrán contar historias que antes no podían o eran muy difíciles de realizar.
Cabe mencionar que esta nueva cámara no es para aficionados; está diseñada para su uso a nivel profesional en las grandes producciones de Hollywood.
Una pregunta recurrente es ¿Esta cámara cambiará al cine?. La respuesta es no. Lo que se alterará es el proceso cinematográfico, no el contenido. El éxito del cine y cualquier medio narrativo se reduce la mayor parte del tiempo a un buen relato, no a la tecnología usada para contarlo. Los diferentes métodos de creación, ya sean novedosos o tradicionales, tienen un solo objetivo: cautivar a la audiencia a través de historias que evoquen emociones.