Residente: una vida de éxito, música y dolor
Hace unos días, el 28 de febrero las redes sociales se estremecieron con el testimonio de René Pérez Joglar, mejor conocido como Residente, quien publicó el video de su tercer sencillo titulado “René” (Sony Music Entertainment US Latin LLC, 2020) para su segundo álbum de estudio en su cuenta de Instagram.
Subió el video con un testimonio en la descripción en el cual narró cómo fue que hace dos años, antes de subir al escenario del Palacio De Los Deportes el 19 de octubre de 2018, se rompió su alma. Explicó cómo es que su éxito musical también va de la mano con su vida personal y el estrés de mantenerla dentro del rap llevándolo a considerar incluso el quitarse la vida. Gracias a la compañía de un amigo cercano que pasó su noche más oscura con él, al día siguiente se decidió a escribir la lírica autobiográfica que escuchamos en el tema.
Con más de 32 millones de reproducciones en YouTube hasta ahora, y luego de sólo un par de días desde su lanzamiento, el video nos muestra a Residente con su barba cana de 42 años de vida, que fungen como la espina dorsal de las confesiones que narra a lo largo de siete minutos durante los cuales, la musicalidad es lo de menos, ya que no deja en ningún momento de platicarnos cómo es que ha llegado a sentirse consolado solo empuñando una botella de ron. Es un video sencillo en el cual vemos a Residente rapear melancólico mientras camina recorriendo un diamante de beisbol.
Recita a su pasión por el deporte y cómo se transformó a llegar a hacer home-run arriba de los tracks. El camino recorrido que lo hizo fuerte al ser censurado por hablar la verdad sociopolítica; ver morir a sus amigos entre los cuales el más cercano murió a manos de policías por un tema de cocaína y del cual salió su canción “Tributo a la policíaW; su falta de sueño durante 10 años por el estrés; su ya mencionado refugio en el alcohol; su divorcio, relaciones familiares con su padrastro y las situaciones económicas que vivió junto con sus tres hermanos y su madre que los consolaba y dedicaba su vida por completo a los logros y fracasos de sus hijos; su carrera estando en el grupo icónico Calle 13 junto con su hermana y su hermanastro que los llevó a ganar más de dos decenas de Grammys Latinos. Y un sinfín de experiencias que, al final, lo han llevado a tener como solista otros tres de los mismos premios haciendo de esta una canción que sustenta una vida entera.
Al final de la parte lírica, después de ver como poco a poco sus gestos evolucionan de expresar melancolía a expresar incluso arrepentimiento, rompiendo la barrera que sostuvo las lágrimas que se acumularon durante sus 42 veranos. Suelta la botella y abraza a su hijo Milo, con quien sale del campo en el cual acaba de ganar su juego más importante, el juego contra su propia persona. Al final, escuchamos una canción de su madre, de cuando René era un niño mientras nos muestra los objetos memorables de su infancia y su crecimiento, entre los cuales vemos mercancía de su deporte favorito, trofeos, fotos de él cuando era niño, con sus parejas, familia, durante su tiempo en la escuela y todo lo que tiene que ver él antes de dar su vida por completa a Residente. Quiere regresar, llamar al número 7550822 (que correspondía al de la casa en la cual creció ubicada en la Calle 13 de Trujillo, Puerto Rico)… Y quedarse ahí para siempre.
Sin duda “René” es una pieza audiovisual llena de sinceridad y talento en la que escuchamos de primera mano cómo la experiencia personal y cultural puede construir una carrera como la de Residente: con lo dulce y amargo que ello implica.