Por Aurora Villafuerte Local Natives rompió el cascarón en 2009 con su debut Gorilla Manor. Cuatro años más tarde, vuelve para volar por lo alto con Hummingbird, un álbum introspectivo, genuino y melancólico, en el que le cantan a la vida, la pérdida y los corazones rotos.
El ahora cuarteto no ha cambiado mucho la fórmula de su primer disco. Con guitarras que recuerdan a Arcade Fire y Fleet Foxes, ritmos insistentes, armonías vocales de ensueño y letras meditativas, Local Natives no defrauda con su segundo álbum, y logra cubrir las grandes expectativas que se habían generado alrededor del mismo.
Como un colibrí dejando el nido por primera vez, Local Natives también conoce lo duro de crecer. En “Heavy Feet”, “Black Spot”, y el primer single del álbum, “Breakers”, los veinteañeros de Los Ángeles cuentan cómo ven los años de juventud pasar. Local Natives entrega temas sobre lo refrescante de los momentos divertidos, lo difícil de derrumbarse y aprender de la caída, y lo conmovedor de ahogar un grito de ayuda.
Un remolino de emociones llega de mano de “Colombia”, un track dedicado a la fallecida madre de Kelcey Ayer, tecladista y vocalista de la banda. La combinación de tacto, sensibilidad y cariño impresa en la letra, la voz enternecedora y casi ansiosa de Ayer, y un acompañamiento de piano y guitarras suaves, hacen de “Colombia” una de las canciones más bellas en el álbum, y una excelente despedida para alguien tan significativo para el cantante.
Sin embargo, “Colombia” no es el único tema en el que el Hummingbird de Local Natives ha tenido que extender sus alas una vez más, y encontrar la fuerza para seguir el vuelo. En “You and I”, “Ceilings” y “Three Months”, el cuarteto escarba dentro de los agridulces recuerdos de amores pasados, y reflexiona sobre cómo llegaron a su fin. En “Black Balloons” y “Bowery”, narran el frío distanciamiento de dos amantes, y en “Wooly Mammoth” y “Mt Washington”, presenta su intento por rescatar los restos de su amor, y arreglar lo cuarteado de su relación.
Con Hummingbird, los californianos han creado un disco pensativo, cálido, y abrumador que despierta sincera empatía. Si bien se han mantenido fieles a su sonido, le han dado un giro creativo, inteligente y maduro al mismo; lo han tornado un poco más reflexivo y oscuro, pero sin perder la brillantez y sentido de esperanza que bandas como Grizzly Bear aún no han encontrado. Local Natives entrega un segundo LP a la altura de su aclamado debut, y además da un paso adelante, sustentando el renombre que se ha ganado en los pocos años que llevan juntos.