El relativo éxito comercial de These New Puritans es un acontecimiento curioso. Es difícil imaginar a una banda de sonido tan atípico estar a la cabeza de varios listados: ya sean de publicaciones populares —en círculos indie, por supuesto— o como actos importantes de algunos festivales de rock, pero These New Puritans parece tener más éxito mientras le exige más al escucha. Del mismo modo, la cantidad de saltos estilísticos que la agrupación ha tomado es notoria. Su primer disco Beat Pyramid (Angular y Domino Records, 2008) avanza con gracia matemática: es como si las canciones se movieran dentro de una cuadrícula, pues todo es calculado y geométrico. Las estructuras de los cortes son diversificadas, pero en esta diversidad hay un orden muy claro de patrones rítmicos y tiempos marcados —se desenvuelve con precisión simétrica, expresada tanto su título como su portada. Es un trabajo de post-punk experimental, en donde confluyen tanto varios sonidos como algunos idiomas como en la siguiente canción: "En Papier".
Su segundo disco Hidden (Angular y Domino, 2010) fue el sello que imprimió su futuro. Con un sonido construido alrededor de nociones poco convencionales y estructuras musicales arrítmicas, este trío (antes cuarteto) de ingleses logró desafiar un cliché que se les había asignado desde su debut. Para la secuela, Fields of Reed (2013, Infectious Music), continuaron su carácter atonal junto a ritmos sincopados y propuestas etéreas.
Aunque Fields of Reed es una extensión de su estilo experimental, difiere mucho de los dos álbumes anteriores. Beat Pyramid y Hidden están caracterizados por una agresividad preponderante, por guitarras y voces furiosas, junto con baterías y ritmos exactos pero rabiosos. Fields of Reed se deshace de esta tendencia iracunda y opta por la delicadeza. Las guitarras y sintetizadores distorsionados son remplazados por órganos suaves y arreglos vocales delicados. Esto es evidente en una canción como "Fragment Two", donde tanto las voces como los varios instrumentos (piano, batería, bajo, cuerdas, etc.) hacen una perfecta conjunción anímica, donde las emociones no son exaltadas a través de volumen, sino a través de atmósfera.
Todo el disco recuerda a un frágil ambiente boscoso donde el más mínimo movimiento perturbará el ecosistema, toda presencia está calculada y es esencial para el debido funcionamiento. La analogía floresta no es gratis, la sensación de todo el disco es orgánica, alejándose de los guitarrazos del debut, o la electrónica contemplativa del segundo LP, Fields of Reed más bien oscila alrededor de un aura solemne. Aún se distingue una ominosa presencia experimental, pero ésta se encuentra detrás de varias capas de tranquilidad y calma, de suspiración.
Una presentación en vivo debe ofrecer algo particular y These New Puritans lo hace con excelsa energía. Desde la gira con Hidden, la banda salía al escenario a obliterar expectativas con un balance entre instrumentación y sonidos digitales, al igual que una comunicación rítmica que le hace honor a la precisión escuchada en los discos. Esta precisión amplifica el sentimiento oscuro en las presentaciones de These New Puritans, provocando escalofríos y piel chinita en todos los asistentes. Los que vieron a este grupo en el Corona Capital 2011 no lo pueden desmentir: These New Puritans toma el escenario para talar árboles y convencerte de que lo están haciendo muy bien.
Un concierto único tomará lugar este próximo 7 de diciembre en el Plaza Condesa, donde These New Puritans impondrán su aura paradójica: transgresores pero degustables, furiosos pero sensibles. El evento promete ser una singular experiencia, donde los asistentes observarán una banda con discurso poco convencional, con un estilo que va a contracorriente, sin olvidarse de conectar con el público y darles un delirio indescriptible.