La pérdida de los glaciares volcánicos en México y sus consecuencias El Popocatépetl, el Iztaccíhuatl y el Pico de Orizaba son los volcanes más sobresalientes de México y los únicos en el mundo que se encuentran en la latitud 20º norte. A pesar de ello, sus glaciares están desapareciendo. “Desde la última glaciación, ocurrida hace aproximadamente 9000 años, era sabido que los glaciares se extinguirían eventualmente. Lo preocupante es que desde finales del siglo pasado, dicho retroceso se aceleró a tal grado, que para el 2000 los glaciares del Popocatépetl, que aún presenta nevadas estacionales, fueron declarados extintos”, informó el Dr. Delgado Granados, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM.

Datos arrojados por el Centro Nacional de Prevención de Desastres

(CENAPRED) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM ) revelan que si bien en 1995 el Iztaccíhuatl contaba con 11 formaciones de hielo, para el 2010 éstas ya se habían reducido a tres. “Esta rápida aceleración en el retroceso se debe a factores como: el aumento de la temperatura a causa de la industrialización de las ciudades y, en el caso particular del Popocatépetl, al inicio de su actividad volcánica en 1994”, acotó el Dr. Delgado Granados.

La desaparición de los glaciares es irremediable y conlleva la pérdida de flora y fauna y la erosión de suelos de la región. También, “implica una pérdida de abastecimiento hidrológico en los valles, como el del Valle de Puebla que para el 2000 todavía recibía un 5% de agua de los glaciares del Iztaccíhuatl”, explicó el investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM.

Según la Comisión de Agua del Estado de México, entre el 2000 y el 2005 el volumen de agua de deshielo del Popocatépetl y el Iztaccíhuatl disminuyó un 45%, registrándose así una reducción de más de 832 millones 275 mil litros de agua.

“En última instancia, la extinción glaciar ocasionará que las montañas, en vez de reflejar la radiación solar, van a absorberla, incentivando así un cambio climático cuyas consecuencias aún no aún podemos prever.” aclaró el Dr. Delgado