¡Qué Bello Horizonte! Desde Belo Horizonte, Minas Gerais
El clima es templado en la ciudad de las colinas. En una de estas cimas, el Papa Juan Pablo II expresó ¡qué bello horizonte! Aquí afirman que es la primera ciudad planificada de Brasil, copiando el modelo urbano de París y Washington D.C. Hay una avenida denominada Contorno que recorre el perímetro de los asentamientos centrales. Las calles son rectas o en diagonales. Es una ciudad delineada de acuerdo a ideas positivistas y con varias construcciones edificadas por el celebérrimo arquitecto Óscar Niemeyer.
El estadio Mineirao, sede de los clubes Cruzeiro y Atlético Mineiro, está enclavado en Pompelha. Un hermoso bosque urbano con un lago artificial, museos e iglesias. Pulmón citadino. El Mineirao goza de una panorámica vista, de un Belo Horizonte, al igual que el Mineirinho ubicado a un costado del inmueble futbolero y utilizado como arena de básquetbol y voleibol.
En la parte baja de la colina que arropa a ambos espacios deportivos se divisa entre los árboles un gigantesco lago, que por artificial, no es menos bello y admirable.
En la espaciosa explanada del Mineirao se escucha un bullicio constante de japoneses, mexicanos y una mayoría de brasileños que vinieron a disfrutar el espectáculo futbolístico del verano. Algunos torcedores nipones vienen como samuráis, los mexicanos se diferencian por los clásicos sombreros de charro y algunos brasileños juegan a disfrazarse como El Chavo del Ocho. La simbiosis cultural no se limita a la música.
Durante el juego, las anotaciones de Javier Hernández fueron una explosión de júbilo en las gargantas de la parcialidad mexicana que festejó en las gradas con los acordes del tradicional ¡Cielito Lindo!
El regreso del juego, como en todas las sedes, presenta complicaciones. Hay que caminar unos dos kilómetros para llegar a una avenida con camiones urbanos disponibles. Por 2 reales (18 pesos) te acercan al centro de la ciudad. El cobro por el servicio es totalmente distinto a lo acostumbrado. El chofer solo maneja y en el interior del autobús hay un encargado de los cobros por el pasaje en una pequeña cabina. Y te dan cambio si pagas con un billete mayor.
Bonito nombre de Belo Horizonte en una ciudad de bellas colinas que embellecen la pupila.