Día 1 Por Sebastián Rico Medina Fotos por Luisa Fernanda Mendez
Zoom…¡Pam! ¡Pam! Dingaling tic tic tic tic tic boom boom pow. Así comenzó, siguió y terminó el primer día del One Music & Arts Festival, acompañado de incansables fistpumps, mucho alcohol, frío y un largo repertorio de concurridas canciones. La velada fue amenizada por las diestras mezclas de Avicii, Martin Solveig y de Dimitri Vegas & Like Mike, a menudo de las mismas canciones. Al final de la noche, a las casi cuatro de la mañana, en medio del set más esperado y con varios asistentes cabizbajos, surge una pregunta: ¿Qué tanto valió la pena la cansada espera?
La combinación entre remixes y piezas originales ciertamente mantuvo a la gente a la expectativa. Las rolas más coreadas solieron ser reinterpretaciones de otros artistas reconocidos, tales como Gotye (en el turno de todos) y The Who. “Hello,” de Martin Solveig y “Levels” de Avicii fueron los tracks más esperados de la noche. Los artistas demostraron su soberbia habilidad de mezclar y prender en momentos al público entero; la habilidad del DJ. Entre fisuras momentáneas, surgieron momentos atractivos (tales como las múltiples apariciones de las canciones de Swedish House Mafia) los cuales lograron avivar por ratos el frío ambiente.
Y vaya que había frío. El calor humano de tanta gente junta puede llegar a contrarrestar la bajísima temperatura que se experimentó, sin embargo, no lo logra tanto cuando esa gente resulta estar inmóvil. La repentina monotonía musical de algunos momentos, así como la pésima acústica que se tenía desde la mitad de la sección preferente no ayudaron a crear tal calidez. Abundaron los fist-pumps poco convencidos, pezones masculinos salidos y saltos a medio dar; más no un éxtasis genuino ni la pérdida de sentido, a los cuales se supone esta música ha inducido.
Tras más de seis horas de loops, mash-ups y hooks que parecían los mismos repetidos una y otra vez, la gente se veía cansada y en la espera de algún momento climático. Cada vez calaba más el frío y cada vez bailaba menos la gente. La noche, sus expectativas y sus resultados se pueden resumir en la frase que más se escucho a lo largo del concierto: “Que ya toque 'Levels'” Al menos, cuando al fin la tocó, los fuegos artificiales sirvieron para arropar con calor lo que el resto de la noche no logró acobijar.
Día 2
Por Chrisophe Bourlon
El segundo día del Vive One Arts + Music Festival edición 2012 tuvo un ambiente bastante diferente al anterior, no sólo por el lineup, pero porque, debido a un incidente en la primera noche, la venta de todo tipo de alcohol fue prohibida y lo único que podía tomar el publico era refresco o agua. A pesar de eso, las cientos de personas que llegaron al infield del Hipódromo de las Américas, se divirtieron hasta las 4 de la mañana.
El evento comenzó en el Oma Stage (nombre del escenario principal) con el dúo neoyorkino de electro pop Holy Ghost!, banda que tocó en la edición pasada del festival. Mientras tanto, el artista jalisciense Hector, inaguraba la Carpa Vive One.
El concierto de Holy Ghost! comenzó a eso de las 9 de la noche y solamente duró 40 minutos. El lugar todavía no comenzaba a llenarse cuando ellos ya terminaban su set, pero sirvió para dar comienzo a una buena noche. De la misma manera, Hector tocó en a Carpa Vive One frente a pocas personas.
Poco tiempo después de que saliera del escenario Holy Ghost!, comenzó uno de los varios artistas provenientes de Francia que tocarían en ese mismo escenario, Breakbot. Thibaud Berland logró animar más al público, cada vez más numeroso, con un french house distintivo de la disquera Ed Banger.
Mientras tanto, del otro lado del Infield, en la Carpa Vive One, el suizo Mendo, tomó las tornamesas. La carpa se llenaba cada vez más conforme avanzaba la noche y la gente bailaba al ritmo del más nuevo integrante de Cadenza.
Hubieron varios momentos en los cuales los cambios de artistas en los escenarios se sincronizaban y no había mucho que hacer más que esperar y luchar por un mejor lugar, aprovechar para ir a comer unas quesadillas o ir a ver una exposición de arte urbano en la que graffiteros pintaban murales y tags.
Alrededor de la media noche, llegó el momento de Miami Horror para subir al escenario y tocar enfrente de un Hiipódromo completamente lleno, eufórico y en su mayoría, debido a los eventos del día anterior, sobrio. La presentación de los australianos fue excelente, pero se sintió un poco rutinaria y les faltó algo para destacar entre las otras bandas.
Al final de Miami Horror, fue el turno para una de las bandas más esperadas de la noche, M83, de subir al escenario. Un excelente concierto con mucha conexión de parte de la banda con la audiencia. Las canciones más coreadas fueron claramente “Midnight City” y “Reunion”.
Llegó el momento de escuchar a Maya Jane Coles y el público la recibió de maravilla. La inglesa-japonesa, nominada productora del año en el 2011 por DJ Mag, empezó tocando un deep house tranquilo en la Carpa Vive One, la cual estaba completamente llena. Incrementó el beat hasta tocar música más techno y minimal. Su show no terminaba antes de las 3, pero la gente empezó a irse al OMA Stage desde las 2 para asegurar un buen lugar en el concierto de Justice.
Por fin dieron las 2:40, el momento que todos esperaban y la razón por la cual muchos asistieron al evento. En el escenario solo se veían 2 paredes de amplificadores marca Marshall, una grande mesa cubierta de aparatos electrónicos y, en medio de todo, la emblemática cruz de Justice.
Comenzó una grabación con una melodía funeraria hasta que los integrantes de Justice subieron al escenario y comenzaron con “Genesis”. La cruz se iluminó y el público enloqueció. Continuaron con “Phantom pt. 2” y siguieron haciendo mash-ups de sus propias canciones como “D.A.N.C.E”, “DVNO”, “Waters of Nazareth” y “We Are Your Friends”. Atrás de los músicos, había una cortina de LEDS iluminándose al ritmo de Justice. Detrás de la cortina, decenas de lámparas iluminaban el escenario y al público. Pero lo que más impresionó a todos, fueron los LEDS adentro de los amplificadores y la manera en la cual se iluminaban y acompañaban a la cortina.
Alrededor de las 3, los franceses decidieron tocar “Stress”. En ese momento, la cortina, las luces y los amplificadores se volvieron rojos y el ambiente cambió. Después de alocarse un poco, terminaron de tocar con otra melodía funeraria, distinta a la del principio. El público se empezó a impacientar, hasta que las luces se prendieron y comenzó el encore. Tocaron un mash-up de “We Are Your Friends” y su nuevo single “On‘n’On”. Finalmente saludaron a la audiencia y se retiraron.
La gente comenzó a disiparse pero cuando empezó a sonar “La Cucaracha”, todos se juntaron a cantar y justo cuando se comenzaron a ir, cerraron el festival con fuegos artificiales. Fue un evento completamente impredecible que nunca dejó de impresionar y no dejó mucho a desear.