Todo ser vivo necesita de ciertos elementos para su supervivencia y crecimiento saludable. Agua, nutrientes, oxígeno, cierta exposición a luz solar o a falta de ella. Los animales se valen en su instinto para conseguir lo necesario, así como los seres humanos hacen uso de su intelecto y facultades de invención para procurarse más y mejores herramientas de obtención de productos. Las plantas, en su aparente inmovilidad y casi imposibilidad de exigir más de lo que la naturaleza les da, son constantemente olvidadas como una de las bases de los círculos alimenticios y fuentes de oxígeno de otros seres vivientes. Así que, si hay musicoterapia para domar animales y para criar niños genios, ¿Por qué no habría de exisitir música especializada para el armonioso crecimiento de las plantas?
En 1973, Dorothy Retallack, una científica amante de la flora publicó un libro llamado "The Sound Of Music And Plants" (El Sonido de la Música y las Plantas) en donde defendía, cual hipótesis científica, que las plantas tenían más posibilidades de crecer con música clásica, y de perecer con música rock.
Mort Garson, compositor electrónico, consideró esta tesina como inspiración para lo que sería su álbum Plantasia (Homewood Records, 1976), dedicado a las plantas y a la gente que las ama. Mort, que se había dedicado enteramente a la composición de películas como 'Beware! The Blob', comerciales y álbumes de meditación, se puso a la tarea de crear un caledoiscopio minimalista y fotosintético que a su vez ha servido de inspiración para el programa no. 50 de Quirky, que sucederá hoy a las 10PM por Ibero 90.9
Cabe dar el crédito de este hallazgo a la recomendación del músico James Pants para la Red Bull Music Academy Radio en su sección llamada "Rescued From The Fire" donde creativos son invitados a recomendar un vinyl antes de que simbolicamente los discos sean llevados al fuego, o bien, dejados en el olvido.