Por Almendra
Aunque la música de María y José o Tony Gallardo II coexiste entre el mundo del ruidosón y el pasito tribal, no nos gustaría hacerle un espacio entre ambos géneros: María y José es un proyecto más completo y más complejo también, que a diferencia de sus inicios, ahora, en su segunda producción larga Club Negro, desarrolló todo un discurso sobre la narcoguerra e historias alrededor que complementa con el ritmo violentao de una cumbia rebajada, o ambient drone como dirían los esquisitos.
El verdadero Club Negro de Tony Gallardo es su habitación. Realmente este disco fue realizado en el confort de cuatro paredes y con el Fruity Loops encendido en todo momento. Y a pesar de tal encierro, canción por canción del segundo LP de este artista criado en Tijuana, suena a una historia diferente desarrollada en los barrios más bravos del país.
No hay que dejase llevar por la primera “Granada” que avienta el disco, este es un tema cursi escrito al principio de los tres años en los que se gestó la producción entera, el primer “granadazo” es realmente “Violentao”: junto a Sheeqo Beat del 3 Ball Mty, Tony Gallardo describe la vida de un pueblo imaginario con una realidad ultra violenta, seguramente inspirada por varios noticieros, varias balaceras y todavía más situaciones impunes de los estados del norte.
Da escalofríos entrarle a todas las escenas construidas alrededor del Club Negro, y más cuando son acompañadas por tribal que bien podría representar o un par de machetazos, balazos, golpizas fronterizas, o todo junto. Por ejemplo, parece exagerado y una gran mentira que los nuevos villanos mexicanos –los narcos–, sean “Rey de Reyes” a los que se les reza, santifica y se les pide protección, o que los dealers jóvenes sean chivos expiatorios de la milicia –y malicia– nacional, cuyos cuerpos no tienen cavidad en ninguna “Cripta Real”. Hoy involucionamos otra vez hacia “La Conquista”, pero no de Hernán Cortés hacia los indios, sino de hombres bañados en oro que someten a los más débiles a su voluntad al son de un par de pistolas.
Los cuentos de Gallardo continúan con “Ultra”, uno de los últimos temas que conocimos de este nuevo material, canción que con el sampleo a “Backseat Freestyle” de Kendrick Lamar, describe la vida de los jóvenes salpicados de este mundo de terror, para luego prepararle el terreno a “Loop de Sangre”, una canción que nos dejó helados: creemos que el título podría ser una analogía al “cordón umbilical” que comparte Tony Gallardo con su hijo al que casi no ve, pero frecuenta en sueños y en las canciones que le dedica, en las que su realidad está bien y bailan juntos mientras caminan por el parque...
No es un disco ligero, mucho menos fácil. Es uno que dibuja una realidad sobre situaciones de las que nadie se atreve –y aparentemente a nadie le importa hablar-, pero igual dejan la piel erizada: “sus cuerpos no saldrán en tele nacional, a nadie le importa, ganamos el mundial.” – “Club Negro”.
Tal vez María y José no sea exactamente un trovador de nuestros tiempos, pero sí es un artista que hace las pinturas de una violencia mal disimulada que nadie se atreve a plasmar, ya sea por sínicos o por temor a sufrir un colapso, un colapso mortal.
María y José tocará a las 3 pm en el marco del #Marvin13 en el escenario que presenta Panamérika en el Salón Pata Negra (Tamaulipas #30 Col. Condesa).