"Magna Carta...Holy Grail"- Jay-Z

Jay Z es controversial, rico, famoso y, junto con Kanye West, la cúspide del hip hop hoy en día.  Lo sabe Beyoncé, lo sabemos nosotros y, por supuesto, lo sabe él.

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 Magna Carta…Holy Grail sucede en un ambiente de presunción que recurre directamente al “mainstream”, subiéndo al pedestal del “Rey” a otras figuras millonarias como invitados y colaboradores. Este es un álbum abrillantando con gemas, rubíes y un anillo de diamantes exageradamente gigantesco.

No malinterprenten. El disco tiene una producción extraordinaria y sus colaboradores dejan un sello importante en cada una de las canciones; simplemente aburre el que haya citas y citas sobre coches de lujo y dinero. Además, puede llegar a ser absurdo o pretencioso sacar las obviedades de la actualidad viral usando en letra una foto de Instagram y a “twerkin’ Miley Cirus” ; y eso que no hemos hablado aún de las estrategias de mercado del disco.

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Pero nuevamente, no malinterpreten. La realidad es que cualquier crítico, por más aburrido que se muestre sobre el constante engrandecimiento de Jay Z, probablemente terminará en un antro escuchando “Tom Ford” moviendo la pelvis al drop del beat y pidiendo justicia “hustler”. Ahora, para todos aquellos que realmente les tiene sin cuidado si es un pretencioso mamón y no les importa que no cambie de tema, adelante. Seguro disfrutarán el disco como los grandes.

http://youtu.be/ml00Nrq8yII

De un comienzo cursi con Justin Timberlake cantando y una readaptación (si es posible mencionar eso en términos musicales) de “Smells Like Teen Spirit”, a una vomitiva y pretenciosísima canción de nombre “Picasso Baby” - cuya temática es tan profunda como el deseo de Shawn Carter de poseer un  Picasso en la sala de su casa- y en donde procura mencionar su cuadro de Basquiat amarillo en la esquina de la cocina, ahí casual, arriba de su licuadora; de ese tipo de momentos se compone el doceavo álbum de estudio del rapero de Brooklyn.

Del disco, pocos tracks son favoritos, pero “Tom Ford” sucede como uno de los predilectos. En primera, la producción de la canción proporciona las condiciones perfectas para invocar la euforia pélvica. La reiterativa mención de superficialidades, mujeres y dinero hace que suene, probablemente, al soundtrack en una escena de entrada de un tipo rudo a un hotel de las Vegas. Quién sabe, igual y en The Hangover 18.

“Somewhere In America” reafirma el descontrol pélvico, pues tiene uno de los mejores samples del disco gracias al acompañamiento de un piano formidable. Si de algo podemos estar seguros con este álbum es de este corte, independientemente de las críticas diversas que se han presentado desde su lanzamiento y el invariable número uno en las listas de ventas, que francamente poco importan.  Pero la producción, sampleo y readaptaciones, no sólo de “Smells Like Teen Spirit” sino también de R.E.M., reafirman un trabajo delicioso por parte de Timbaland, Pharrel Williams y Swiss Beats y esta puede ser una explicación razonable a la constante autoproclamación de Dios del Sr. Shawn Carter. No hay duda que será un hit, porque ya lo es. Tampoco hay duda de que está lejos de ser tan grande como Whatch the Throne o Yeezus.

 

 

Playlist Quirky no. 95 - Conejo Jíbaro Numismático

Violent Femmes - Violent Femmes #Vintage909