El regreso de una banda que dejó de tocar durante varios años, siempre es una buena noticia para quienes vivieron su música a la par, o bien, para quienes llegaron después y nunca tuvieron la oportunidad de verlos tocar en vivo. Desde que Jack White re-descubrió a Wanda Jackson el año pasado, hemos sido testigos de otros pioneros que han sido adoptados por músicos reconocidos; quienes decidieron darles un segundo aire y asegurarse de que su música llegue a oídos tiernos que nacieron en un época donde la música ya no es, ni tantito, lo que solía ser.
Mientras la nueva generación musical se encarga de buscar ritmos pop en texturas espaciales, robóticas y de ultratumba, por otro lado hay un grupo de "old schoolers" que se ha dado a la tarea de recordar a los nostálgicos, aquellos tiempos donde la música era más sencilla y sin etiquetas rebuscadas, como el Drumstep, el Trap Rave o el Witch house.
Este año Los Straitjackets editaron su primer material en ocho años titulado Jet Set, que, aunque no tuvo la mano de ningún productor tan célebre como en el caso de Bobby Womack (Damon Albarn) o Gil Scott-Heron (Jamie xx), eso no les impidió hacer un estruendoso regreso como los viejos lobos de mar que son. Jet Set, además de ser el treceavo álbum de los surferos enmascarados, resulta muy especial, pues Daddy-O Grande (conocido en el mundo real como Danny Amis) retoma su lugar como miembro de la banda después de recuperarse de un cáncer que lo mantuvo inactivo cerca de dos años.
Como era de esperarse, Jet Set empieza con más que pura energía, pues "Crime Scene" es el nombre perfecto para una canción que definitivamente remonta a aquellas películas de acción de antaño, cuyas escenas más emocionantes se daban dentro de autos como un Dodge Charger o un Mustang. Ahora que si de recordar el sonido general de los largometrajes sesenteros se trata, otros temas como "New Siberia", "Brooklyn Slide" y "Pop Rocks & Coke" pintan imágenes perfectas de fiestas playeras, pícara seducción, y por supuesto, carreras de coches.
El sencillo "Space Mosquito" es la rola necesaria que, a través de una guitarra trepidante, se meterá en sus oídos de la misma forma que solamente un mosquito puede hacerlo en aquellas noches donde dormir es lo más necesario. Así que la próxima vez que estén por llegar al sueño profundo y ésto se vea impedido por uno de estas infernales miniaturas, en lugar de someterse a una sesión de cachetadas nocturnas, imaginen que en realidad son Los Straitjackets que han llegado a velar su sueño. http://youtu.be/1H75hBXvjsw Una de las ventajas en producciones como Jet Set es que no sólo está llena de imágenes mentales, sino que también resulta una delicia para quienes gusten de desmenuzar todo lo que escuchan. A lo largo de sus 20 años de carrera Los Straitjackets han ido coleccionando una serie de géneros que se reflejan en cada una de sus canciones por montones: Los metales dignos de un clásico de ska en "Walking Down 3rd Street"; la brisa hawaiana de "Slow Tide" que, combinada con un serrucho musical, toca las fronteras de la Exótica; y el órgano a la Esquivel junto con una melódica guitarra roncanrolera en "Sardinian Holiday", son tan sólo algunos de los géneros que podrán encontrar astutamente combinados en Jet Set. Aquellos que pensaron que después de 20 años una banda de género tan específico como el surf de Los Straitjackets no lograría darle un giro a su música, tomen esta reseña como una invitación abierta para darse cuenta que en realidad hay muchas más melodías, referencias y elementos de los que su primer instinto podría llevarlos a pensar.