¿Cuántas cervezas bebes en 33 minutos? ¿Cuántos tuits envías? ¿Cuántos cigarros fumas en ese mismo lapso de tiempo? ¿Cuántas veces has entrado en Instagram durante treinta y tres minutos? ¿Qué has escuchado los últimos 33 minutos?
Ahora más que nunca medimos nuestro tiempo de acuerdo a lo que sucede en nuestra vida digital. Los millenials o Generación Y se han encargado de que el desarrollo social derive en interacciones como: “Vi en Instagram que comió…” o “Le mandé un WhatsApp, pero no lo ha visto” o incluso “Foursquare me dio un punto extra por hacer check-in con…”. Estos cronogramas digitales son instantáneas a las cuales podemos acceder casi en cualquier momento, desde cualquier lugar y sin nuestra queridísima memoria selectiva de por medio. De forma ambigua pasamos tiempo con personas, sólo para compartir a través de redes sociales –y con quienes no estamos físicamente– lo que comemos, bebemos, hacemos. Para lo demás no tenemos tiempo… mucho menos para lo que pueda venir.
Light Up Gold de Parquet Courts es un álbum con 15 Instagrams; cada una de no más de tres minutos con 16 segundos y sin filtros que embellezcan la crudeza de la instantánea. Parquet Courts está integrado por el vocalista y guitarrista Andrew Savage (de Fergus & Geronimo, Teenage Cool Kids y Wiccans), el guitarrista Austin Brown, el bajista Sean Yeaton y el baterista Max Savage. Parquet Courts es una banda que se considera de Brooklyn, a pesar de que tres de sus cuatro integrantes son de Texas. Fue en 2011 cuando Austin y Andrew comenzaron a componer punk rock juntos. A finales de ese año y ya como cuarteto, lanzaron su debut American Specialties en cassette, producción autodefinida como una mezcla entre The Fall y Neil Young. A ese debut le siguieron algunos toquines en Nueva York, y ya en el verano del 2012 editaron Light Up Gold a través del sello Dull Tools. Fue tal la efervescencia local, que el pequeñísimo sello de Brooklyn, What's Yr Rupture, reeditó Light Up Gold a principios de este 2013.
Este álbum inicia con “Master of My Craft”, una canción en donde Andrew Savage enlista lo que tiene y lo que es en ese mismo instante, con conclusiones postmaterialistas como: "Death to all false profits around here we praise a dollar you fuckin hippie. Wanna walk around in my shoes and then tell me how it feels. Ya know Socrates died in the fuckin' gutter!" (trad: "Muerte a todos los falsos beneficios; aquí glorificamos un dólar, maldito hippie. Quieres caminar en mis zapatos y luego contarme cómo se siente. ¿Sabes? ¡Sócrates murió en el puto desagüe!"). Musicalmente, el cuarteto no se complica y desarrollan un punkrock pegajosamente sencillo guiado por las guitarras de Savage y Brown.
De inmediato comienza “Borrowed Time”, bajo la misma línea de riffs y ritmo. Aquí Andrew recita poéticamente desenfadado, la falta de inspiración poética y la apatía del tiempo. "I remember the feeling of the museless existence. Of the drunk, bored and listless, endless waiting for something that I knew wasn't coming. And it seems these days I'm captive in this borrowed time." (trad: "Recuerdo la sensación de una existencia sin inspiración. De lo ebrio, aburrido y apático; la espera interminable de algo que sabía no iba a venir. Y parece que estos días estoy cautivo en este tiempo prestado.").
Bajando el ritmo, llega “Donuts Only”. Una reflexión cuasi religiosa a un desconocido personaje que se dejó atrás en Texas. “Yr No Stoner” resulta una historia divertida que nos recuerda musicalmente a Pavement.
“Careers in Combat” es un enfrentamiento con la idealización del futuro. "There are no more summer lifeguard jobs. There are no more art museums to guard. The lab is out of white lab coats, cause there are no more slides and microscopes. But there are still careers in combat, my son."(trad: "No hay más puestos de trabajo como salvavidas en el verano. No hay más museos de arte que cuidar. El laboratorio ya no tiene batas blancas, porque ya no hay diapositivas ni microscopios. Pero todavía hay carreras en la guerra, hijo mío.")
“Light Up Gold I” es instrumental y “Light Up Gold II” es una cortísima composición en donde retoman el ritmo con el que inició el álbum y que nos recuerda un poco a Rancid. La letra trata sobre el desencanto que puede provocar la realidad. "It's the thrill that dies first, but, I can think of something worse: the curse." (trad: "Es la emoción lo que muere primero, pero se me ocurre algo peor: la maldición.").
En “N Dakota” vuelve a bajar el ritmo, para después dar paso a la mejor canción del disco: “Stoned and Starving”. En este sencillo es cuando la pronunciación de Andrew es más clara, tanto que pareciera que hubo arreglos y dirección vocal. La letra describe el famoso monchis de estar puesto: "I was reading ingredients, asking myself “should I eat this?” I was so stoned and starving." (trad: "Estaba leyendo los ingredientes, preguntándome a mí mismo "¿debo comer esto?" Estaba tan drogado y hambriento").
“No Ideas” vuelve a bajar el ritmo en lo que pareciera la canción romántica del álbum. “Caster of Worthless Spells” es la más oscura del Light Up Gold. La producción vuelve a recuperar velocidad con “Disney P.T.”, mientras se enlistan los amores de Andrew Savage como una cama sin nombre o una noche sin luna.
“Tears O Plenty” es una composición medio lenta en la que el vocalista lee cada una de las letras casi sin cantarlas. "She lived for the same moments we did: morning coffee refilled and endless." (trad: "Vivió para los mismos momentos que tuvimos: café por la mañana con refill y sin fin.").
Light Up Gold termina con “Picture of Health”. Guitarra distorsionada y voz desafinada y apagada. Decepción, depresión y frustración. "I fell in debt to those country crooners mourning lost love like Spanish funerals." (trad: "Me endeudé con los crooners de country, lamentando un amor perdido, como funerales españoles").
Diez de las quince canciones de Light Up Gold hacen referencia al tiempo, ya sea al pasado o al presente. No existe más allá; y en caso contrario, es algo que no les interesa, ni los define. El álbum tiene una duración de treinta y tres minutos. Es rápido, real, reflexivo, pero reduccionista. ¡Abajo los hippies y Sócrates! ¡Arriba el monchis digital!