Al mítico Estadio Cuauhtémoc se le salieron las lágrimas la tarde de este sábado. Y no sólo porque que el equipo de La Franja se encuentre en décimo cuarto lugar con sólo dos victorias, sino por su pésima infraestructura: tribunas mal montadas, bancas incómodas y techos de antaño, que empaparon a la afición poblana con sus "lágrimas" (goteras). Muchos periodistas terminamos empapados en sus lágrimas. El Estadio Cuauhtémoc parecía llorar, también, por lo malo que fue el partido. Jesús López Chargoy, accionista mayoritario del equipo poblano, lanzó entre semana una promoción en la que vendía todos los boletos del estadio a $50 pesos. La sociedad poblana respondió de manera sorprendente, considerando que el rival eran los Leones Negros, además del funcionamiento del equipo en general, y la torrencial lluvia que cayó sobre la Angelópolis.
A otro que casi se le salen las lágrimas fue a José Luis Sánchez Solá, quien en conferencia de prensa comentó, con una voz entrecortada, que se sentía frustrado por no haber conseguido el triunfo, ya que consideró que los jugadores habían entrenado a su máximo y que ha ganado muchos partidos haciendo menos de lo que el Puebla hizo hoy. Además, se confesó apenado con la afición; "El Chelis" nada más ha ganado un partido en esta etapa como estratega de los camoteros.
Pero a pesar del negro paso de la franja, Sánchez Solá le ha regresado al Puebla esa cara de valentía, astucia y pasión por el fútbol, como cuando en el 2007 regresó al equipo al máximo circuito y después lo llevo a las semifinales de la liguilla, lo cual lo llevó a ser idolatrado por la sociedad poblana y los mexicanos en general.
Pero nada de ello hace que el Puebla deje de llorar.
Rodrigo Balvanera // @ro_balvanera_