Por: @Wachadafunk
Era de noche y después de la explosiva presentación de la banda chilena Los Ultras, los asistentes acudieron —cual manada de migrantes en la frontera— a la sección de fumar. Tal vez era el afán de liberarse de la ansiedad, tal vez buscaban tranquilizarse para estar lo más aptos para el siguiente acto, tal vez era el patrocinio de los dromedarios cigarrillos el que motivo a tanta gente a llenar sus pulmones de alquitrán. Pudieron ser muchas razones las que orillaron a esta sarta de noctámbulos a fumar, pero citando al Felipe más odiado de la República “Haiga sido como haiga sido” había un montón de pelados haciendo de su sistema respiratorio una chimenea.
Mientras en el reducido espacio que compone la susodicha cámara de gas, se realizaba una insípida y apretada ceremonia social auspiciada por Camel Joe y los vaqueros del lejano oeste, en el escenario del “Blues” (como podría conocérsele también al vecino del Artic Bar) Julio Gudiño y su aliado Josean se madrearon al público con su estruendoso sonido electrónico.
Con una alineación diferente a la que vimos en presentaciones anteriores —como la del Corona Capital o la del ilustre Carnaval de Bahidorá—, el a veces dúo nos demostró que no tienen miedo de tomar riesgos en la búsqueda sonora. Con una gran cantidad de canciones de su primer EP y un puñado de tonadas nuevas, el proyecto de Julio Gudiño y adscritos deleitó a la sudorosa masa de cuerpos agitados.
El cambio en el sonido en vivo —que se sintió con la adición de una batería electrónica y marimbas— resultó en un sonido más techno, haciendo que la presentación de I Can Chase Dragons resultara más, mucho más, bailable. Sin embargo, lo que resulta atractivo de una banda como ésta, es la inmensa cantidad de sonidos y secuencias que forman capas de ruido que sin esperarlo, explotan en tu cara. Es bastante interesante ver la pasión con la que Julio Alejandro se desarrolla en el escenario dejándose llevar por la melodía e interpretando un extraño baile improvisado mientras canta.
Para finalizar su presentación, la agrupación “chilangbostiana” tocó el cover de “Steal my sunshine” a la que parece ser que solo algunos supieron responderle en el coro y otros simplemente intentaron imitar a esos “algunos”, aunque sin realmente saber qué decían.
I Can Chase Dragons! es una parte importante de la escena nacional y sin duda su LP es prueba de la calidad del talento que hay en ésta. Sus presentaciones en vivo no son muy frecuentes y llama la atención cómo los distintos cambios de alineación nos muestran caras diferentes del mismo proyecto.
Setlist
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