Passion Pit comenzó como un grupo de chicos recién egresados del Berklee College of Music en 2008. Iniciaron su carrera de la noche a la mañana con un EP, Chunk of Change, compuesto por canciones dedicadas a la novia en turno de Angelakos. A partir de ese momento se definiría una constante en el estilo de Passion Pit: la envoltura muy ornamentada y de colores brillantes en las que presentan sus canciones.
Han pasado tres años desde el lanzamiento de Manners, el primer material de larga duración de Passion Pit. Con este LP se dieron a conocer más allá de sus novias y amigos y llegaron a tener un muy buen nivel de aceptación: su sencillo “Moth’s Wings” hizo varias apariciones, entre las que destacan el videojuego FIFA 10, el soundtrack de la película Life As We Know It, y en el reality So You Think You Can Dance (EU).
Ahora Passion Pit presenta Gossamer, quien bajo el sello de Columbia, tiene expectativas más altas que cumplir y un público menos piadoso que satisfacer.
Éste, es un disco de centro intenso y amargo, cubierto por una agridulce y delgada capa color rosa. Casi al mismo tiempo que el lanzamiento del álbum, se anunció la cancelación de algunas fechas de su gira norteamericana durante el mes de julio, por problemas de salud mental de Angelakos (quien a los 18 años fue diagnosticado con bipolaridad, y a los 19 realizó un intento de suicidio). Gossamer es un muchacho bipolar, marcado y lastimado por penas amorosas, encerrado en un debraye introspectivo eterno de problemas amorosos, condenado a tener que mostrar el lado optimista, creativo, y falsamente alegre de sí mismo.
El LP tiene un inicio sólido con “Take a Walk”, el primer tema que se dio a conocer; contiene la dosis exacta de coro enganchante y azúcar. “I’ll Be Alright”, la segunda canción y sencillo del disco, con loops cortos y chillantes, y batería eléctrica acelerada e imparable, recrea episodios de un ligero ataque epiléptico. En esta canción también confiesa Angelakos sus hábitos de intoxicación, “I drink a gin and take a couple of my pills”; quien en las siguientes canciones, parece ya no sentirse avergonzado de decirlo.
Pero como todo lo que sube tiene que bajar, ahora el mood desciende en una melancolía matizada con tintes R&B; “Constant Conversations” y “Cry Like a Ghost” son el diálogo interno de Angelakos después de un intenso round con alguna novia, la primera con coros muy a la MGMT.
“Love is Greed” es posiblemente el corte más bipolar del álbum. Es similar al primer sencillo de Gossamer en cuanto a musicalidad, pero la reflexión interna es más pesada y angustiante; los dolores del muchacho bipolar causados por el amor están presentes, pero él indaga en ellos un rato, y después simplemente realiza su mejor esfuerzo por ignorarlos.
Nos acercamos al cierre del disco. “Where We Belong” crea una textura auditiva interesante con una mezcla de violines, campanitas, vocalizaciones agudas y prolongadas, que invitan a cerrar los ojos y reflexionar; todo con una sonrisa parte obligada, parte natural.
Gossamer parece ser un momento trivial en la carrera de Passion Pit; en lugar de nadar hacia un lugar mejor, se quedaron flotando y yendo con la corriente, como una continuación ligeramente más madura de Manners (Frenchkiss, 2009). Ocurre en el sentido en el que mantiene la apariencia y superficie azucarada, pero ahora, viene con un relleno amargo; un diálogo pesado (que puede sobrepasarse fácilmente si la atención se desvía de las letras a la instrumentación). A partir de este punto en su carrera les quedan dos caminos: nadar en un sentido distinto, o ahogarse.
Podría ser que hayan comenzado como un grupo de jóvenes músicos jugando a enamorar chicas guapas con canciones, y que a largo plazo, ese mismo juego los haya llevado a atormentarlos. Tal vez sea un padecimiento exclusivo de niños privilegiados y con talento musical, que después de atravesar una situación no extraordinaria, como terminar con la novia, exageren el sufrimiento por el que pasan y se torturen demás, justificándose con un desorden mental, y utilicen esas emociones como motor para generar nuevas canciones (o quizá, la proporción del sufrimiento sea real).